Grace and Frankie es una gran serie original de Netflix que retrata la vida de dos mujeres de más de setenta cuando se divorcian de sus respectivos maridos. Y cuando digo que retrata la vida me refiero a que la retrata en su totalidad, incluyendo cómo Grace y Frankie experimentan con drogas de todos los tipos, cómo tienen sexo y demás.
En uno de los capítulos, Frankie (Lily Tomlin) invita a Jacob (Ernie Hudson), el hombre que le lleva sus frutas orgánicas (porque Frankie es como una Phoebe Buffay setentona) a tomar un mate. ¿Lo tienen al mate? ¿Esa bebida social que se comparte en reuniones familiares, de amigos, en el trabajo, que se toma con bombilla y lleva agua y yerba mate? Es tan argentino que parece hasta inútil explicar de qué se trata.
Lamentablemente a los escritores de Grace y Frankie les vendría bien una explicación. Primero que nada, el mate es uno solo que se pasa por todos los tomadores y segundo, la bombilla es para tomar el mate, no para revolver la yerba.
A seguir participando.
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