Si la crítica puede llegar a servirnos de algo, es para que podamos privilegiar ciertos productos por sobre otros, poniendo foco en aquellas que los especialistas, nos dicen, son las mejores producciones. Pues bien, suponiendo que esto sea cierto, el poder de la crítica alcanza su punto más alto en la llamada “temporada de premios” en Estados Unidos (e Inglaterra si les sumamos los BAFTA) en la que estatuillas, globos y las más diversas esculturas recaen sobre aquellos que nos cuentan, son los mejores en cada rubro. Es entonces que, por esas cosas de la vida, revisando aquellas ternas que en general nos importan menos, me llamó especialmente la atención un premio de los Globo De Oro en el rubro “Mejor actriz en serie de televisión, comedia o musical” cuya ganadora también repitió en los Critic’s Choice TV Awards en el rubro “Mejor actriz en comedia”.
La actriz en cuestión es Rachel Bloom, factótum (lease creadora, productora, guionista y protagonista) de Crazy Ex-Girfriend, con Marc Webb (Amazing Spider-Man) como productor ejecutivo. Se trata de una comedia que, con absurdos musicales metidos ahí en el medio recuerdan a una tan ridícula como bien lograda escena de su obra más famosa 500 Days Of Summer, la serie funciona y su original formato resulta una bocanada de aire fresco en lo que respecta a las series televisivas del mainstream norteamericano.
Por eso, vayamos a lo que nos compete:
“Trabajaba duro en un importante estudio de New York pero eso me hacía infeliz. Hasta que un día lloré un montón y decidí mudarme a West Corvina, California para conocer a un montón de nuevos amigos y construir una nueva carrera y resulta ser que JOSH vive ahí, pero no es eso por lo que estoy aquí!”
“Ella es la loca ex-novia, ella es la loca ex-novia…ella está tan rota por dentro…! Loca ex-novia.”
Rebbeca (Rachel Bloom) es una exitosa abogada que trabaja en un suntuoso estudio de New York pero un buen día a sus 28 años de edad, se da cuenta de que hace mucho tiempo no es nada feliz y por casualidades de la vida se cruza en la gran ciudad con Josh (Vincent Rodriguez III), el noviecito de su adolescencia. Un romance que se nos muestra en flashback, fue un simple amor de verano entre dos niños que no significó prácticamente nada para el jovencito y popular Josh, (y en el que en verdad no sucedió nada en términos objetivos tampoco) sin embargo ella quedó enganchada el resto de su vida.
Rebbeca siente ese encuentro como una señal divina y decide abandonar su prometedora carrera para mudarse a West Corvina, lugar del que es oriundo Josh, algo así como un pueblucho del interior de los Estados Unidos y como se nos explica constantemente en la serie “un sitio al que nadie elegiría mudarse”, para construir una nueva vida ahí, soñando en secreto con poder reconquistarlo.
Ahí conocerá a nuevos amigos como Paula (Donna Lynne Champlin), una compañera de trabajo con una tradicional y aburrida vida familiar, que será su principal confidente y mete-fichas para que ella pueda concretar el tan soñado amor. Ese amor por el cual debemos luchar, como todas las ficciones culturales nos enseñan. O Greg (Santino Fontana), un simpático cantinero con infulas de fallido intelectual que, atraído por ella, intentará acercarse mientras la chica no hace mas que pensar en su amigo de la infancia. Amigo que una vez llevada a cabo su mudanza, descubrirá que está en pareja con una suerte de diosa hispana que es todo lo contrario a ella. Josh por su parte, será otro de los personajes más carismáticos del programa, siendo el típico chico que en la secundaria era popular y de adulto no sabe que hacer de su vida, admitiéndose bastante torpe y pobremente intelectual pero siempre con mucho optimismo y destilando simpatía.
El punto es que en Crazy Ex-Girlfriend todo es de un tono bastante naif. Pero frontal y exageradamente inocente…burdo, como para que no se te escape una. Liviano pero con esa contundencia dramática que puede tener la franqueza de un adulto que en secreto se comporta como una adolescente enamorada.
Lo interesante pasa por el manejo de los contrastes. Esa personalidad soñadora e idealista de Rebecca contrasta bien con su presencia a veces lastimera de gorda con helado, de mujer enamorada de un amor tan infantil como imposible que sufre y en pantalla se muestra como patética, generando cierta empatía con el espectador pero nunca perdiendo su sentido del humor. O en Josh, hombre medio nabo que uno pensaría jamas podría ser el objeto irreductible de amor de una persona y sin embargo lo es. O por la propia Valencia, novia de Josh, que la serie te vende como una frívola diosa del olimpo cuando en realidad no lo sea a simple vista. ¿Pero que importa si esto es lo que te muestran, pasa en esta gran fantasía?
Entendiendo que todos estos son puntos que podrían estar en cualquier serie del mainstream norteamericano, el contraste más grande de todos es el que a la vez es el punto más fuerte de la serie: Crazy Ex Girlfriend es un musical. Entonces, todos estos personajes con un physique du rol totalmente inadecuados que uno pensaría jamas pueden bailar bien o cantar una canción entonadamente, despliegan un talento espectacular a la hora de protagonizar un numero musical.
Además las canciones con toda una parafernalia artística impresionante y con un muy variado manejo de los géneros que resulta magnífico, enmarcan letras bien llanas y absurdas, que suelen explicar por que uno hace lo que hace de una manera totalmente burda y sin sentido. Un Gran ejemplo del primer episodio que gráfica todo este menjunge de cosas es “la sexy canción para prepararse y estar lista”:
https://www.youtube.com/watch?v=hkfSDSfxE4o&nohtml5=False
Un genial R&B estilo Beyoncé para simplemente contar como una mujer antes de salir se prepara depilándose las piernas o arrancándose los pelos de la nariz. Más gráficos para explicar cual es la gracia de la serie en cada uno de sus episodios, no podemos ser.
Entonces se trata de esto. Una comedia llana y simple emitida semanalmente en Estados Unidos que en plan Ciega A Citas o La Boda De Mi Mejor Amigo está dirigida mayormente al público femenino mostrando el intento de conquista, sufrimiento y lucha, de una mujer enamorada de un amor tan imposible como absurdo e injustificable racionalmente. Actuando de manera patética y cuasi patológicamente negadora ante todo lo que sucede a su alrededor.
Creo que acá hay otro punto fuerte del guión: la negación. Todo el tiempo ella niega sus sentimientos a pesar de que estos sean completamente obvios, por miedo al ridículo, algo que es muy interesante de ver y genera mucha empatía por parte del espectador que al mismo tiempo que se ríe de la situación, se siente atraído por la historia de la protagonista, simpatizando con ella. Protagonista que debemos decir, bien merecidos tiene los premios ganados que empezamos comentando en este articulo. Su papel es descollante y sostiene todo el programa.
Por último vale aclarar que no esperen gran cosa a la hora de ver Crazy Ex-Girlfriend. Es una serie liviana, pasatista y absurda. Para ver sólo en momentos donde se quiera vaciar la cabeza casi por completo. Con un humor que a veces queda pausado o resulta escaso para sus tal vez excesivos 40 minutos de duración. Pero que como punto fuerte tiene dos escenas musicales por episodio que resultan una medida justa y atractiva, para nada estridente o cansadora, manejadas de una excelente manera.
Por Lautaro Olivera