Tras los pasos del Libertador
En el pasado festival de cine de Toronto, una gran sorpresa se dio para los presentes. Vio la luz Libertador, una de las mayores superproducciones de la historia del cine latinoamericano de la mano del director venezolano Alberto Arvelo, poco conocido pero de gran trayectoria fílmica. El protagonista es sin lugar a dudas el personaje más importante de la historia latinoamericana: Simón Bolívar. Bajo la premisa de contar fielmente la historia de la campaña libertadora de los pueblos de américa del sur, explorando los acontecimientos desde la compleja y romántica visión del mismo libertador. En la literatura desde Pierre Vayssierre con su brillante y rigurosa biografía del complejo Simón Bolívar, pasando por el Colombiano William Ospina (En busca de Bolívar) que hace un homenaje al Bolívar atormentado y extremadamente humano, hasta el nostálgico y derrotado General en su laberinto de Gabriel García Márquez, con un Bolívar emprendiendo su último viaje por el Magdalena hacia su muerte, lleno de nostalgias y decepciones; han sido grandes obras del género literario. No obstante el cine y la Televisión siempre tuvieron esta clase de historias como intentos fallidos.
Esta película según los críticos del festival, ha sido una obra de la cinematografía impecable, contando esta faceta humana del misterioso y complejo ser humano que fue Simón Bolívar. De paso, el filme termina demostrándole al mundo que las grandes hazañas y los grandes héroes de la historia, no solo le pertenecen al viejo continente y de paso da una lección a los cineastas y realizadores latinoamericanos, las posibilidades de contar nuestras propias historias sin temor, las mismas al final resultan ser interesantes y válidas en el momento de hacer un film de grandes presupuestos y con actores de talla internacional.
Su protagonista Edgar Ramírez, actor venezolano que participo en grandes producciones incluyendo la nominada al Óscar Zero Dark Thirty, muestra una actuación impecable, más allá de la interpretación, Bolívar es un sueño cumplido para el como actor. Lo acompañan actores de la talla de Danny Huston (American Horror Story, Hitchcock), o el nuevo conocido Iwan Rehon (Ramsay Snow en Game of Thrones) y la colombiana Juana Acosta, una de las actrices más cotizadas del cine español en el papel de la inmortal Manuelita Sáenz, la amante del libertador.
La cinematografía de esta película es una gran obra de arte, debido a los imponentes escenarios naturales y la impecable fotografía. Así como la rigurosidad de los acontecimientos narrados allí y las escenas bélicas que llegan a los niveles de las superproducciones de Hollywood, nos dan una película incomparable en la historia de nuestro cine latinoamericano.
Será llevada a las salas de cine Argentinas el 22 de agosto. Es una película para no perderse.
Por Darío Hernández Orjuela