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Crítica: Interestelar (2014) Dir. Christopher Nolan

Marianela Santillan
Escrito por Marianela Santillan

FICHA TÉCNICA DE LA PELÍCULA

Interestelar (Interstellar, Estados Unidos-Reino Unido/2014).

Dirección: Christopher Nolan.

Elenco: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Ellen Burstyn, John Lithgow, Michael Caine, Casey Affleck, Wes Bentley, Bill Irwin, Mackenzie Foy, Topher Grace, David Gyasi, Timothee Chalamet, David Oyelowo, William Devane y Matt Damon.

Guión: Jonathan Nolan y Christopher Nolan.

Música: Hans Zimmer.

 Distribuidora: Warner Bros.

Duración: 169 minutos.

Calificación: AM13

Estreno en Buenos Aires: 06/11/2014

De Nolan y otros demonios

Interestelar nos presenta un futuro distópico que poco a poco comienza a quedarse sin recursos, donde a partir de una serie de anomalías y por algunos mensajes que a primera vista parecen fantasmagóricos , el ingeniero, granjero y piloto Cooper (Matthew McConaughey) da con las coordenadas de una de las estaciones de investigación de la NASA. Sí todo muy creíble Nolan. Una vez allí conoce a la doctora Brand (Anne Hathaway), y a su padre (el siempre joven Michael Caine) quienes le informan acerca de una misión espacial  que él deberá pilotear cuyo objetivo es encontrar algún planeta que tenga características habitables y  permita trasladar o bien poblarlo con óvulos humanos congelados. 

Cooper y Brand emprenden la misión junto a Doyle (Wes Bentley) y otro científico (David Oyelowo) para en primer lugar, visitar los planetas que antiguos compañeros han investigado y de los cuales aún reciben señales y reportes. A partir de ese momento  se plantea como conflicto principal la dificultad de Cooper de separarse de sus seres queridos (su hija de diez años, y su hijo de unos quince) tal vez para siempre, por un potencial bien para salvar a la raza humana, o bien morir en el intento. 

Sin embargo este dilema o momento de encrucijada jamás se percibe. Se habla y se escucha sobre esa dualidad, pero el perfectamente calculado -y congelado- guión se encarga de volver técnico  un hecho sentimental, por lo que es difícil que el espectador llegue a sumergirse en la historia, y mucho menos probable que genere empatía con los personajes y sus padecimientos. Allí reside uno de los principales problemas de Interestellar: se aborda desde la lógica, una cuestión puramente pasional o visceral (tal vez el único intento de emoción real lo brinde la insípida Hathaway al querer ignorar los datos favorables, e intentar dirigirse a un planeta sólo para buscar a quien una vez fue su amor).

Una vez más Nolan disfraza una drama romántico como ciencia ficción, pero no porque quiera conscientemente esto, sino porque pareciera que apunta a encontrar – o intentar esbozar- una respuesta a la cuestión humana del amor. Jacques Lacan retomando a Platón utiliza en sus seminarios el concepto de metáfora del amor (El amor surgirá con la transformación del erómenos en erastés), a diferencia de él, Cristopher Nolan quiere responder a una cuestión irracional, hormonal y natural como es el amor desde un teorema o bien a través de una ecuación matemática, y tampoco lo logra. 

Como si esto fuera poco, este fallido resolutorio también trae aparejados distintos elementos típicos del cine de Nolan: las sobre-explicaciones pretenciosas (entre personajes, y desde los personajes al espectador) que se suceden durante todo el film, la reiterada enunciación de un poema con varios clichés de Dylan Thomas, o bien la música exagerada y excesiva.

Sí, definitivamente lo más irritable de esta nueva producción del director de The Dark Knight (la única película de Batman hecha por Nolan que merece volver a ser vista) es la música a cargo de Hans Zimmer. ¿Por qué? Porque la música esta presente en todo momento, de forma avasallante que pareciera indicarnos «viene la emoción», «va a explotar algo», «en este momento deberías llorar», etc, etc, etc; para así volver a indicarnos que el único que sabe lo que pasa, como y porqué pasa es Nolan. Nosotros como espectadores sólo tenemos la opción de mantenernos pasivos ante las esclarecedoras explicaciones que los perfectos y grandilocuentes -pero vacíos- planos y diálogos nos brindarán. 

¿Imaginación o libre interpretación? Si pretendemos eso, tal vez seamos muy hippies para ver el cine de Nolan. Una pena. 

Por Marianel Santillán

 

Acerca del autor

Marianela Santillan

Marianela Santillan

Lic. en Psicología (UBA) -Psicóloga online-, con formación en Artes Audiovisuales (IUNA). Editora y redactora responsable de la sección CINE en Proyector Fantasma.