Titulo original: Wo de fu qin mu qin (The Road Home) País: China Duración: 89min Intérpretes: Zhang Ziyi, Honglei Sun, Hao Zheng Director: Zhang Yimou Guionistas: Shi Bao Festivales: Festival de Berlín: Oso de Plata – Gran Premio del Jurado (2000) Sundance: Premio del Público (Internacional) (2001)
Solo véanla!
Tal vez empezaré de una forma muy cursi pero El camino a casa es una caricia al alma.
La película comienza con el regreso de Luo Yusheng a su casa natal debido a la muerte de su padre, el maestro del pueblo. Su madre, Zhao Di, desea que el funeral siga un antiguo y tradicional ritual donde se traslada a pie el ataúd siguiendo el camino que el difunto hacia todos los días para volver a casa. Frente a esto, está la modernización y una sociedad que cree tener otros valores.
Estéticamente el film es una visible metáfora. Nos muestra el presente en blanco y negro, un ambiente lúgubre, una estética que cuenta muy bien el sentimiento que emana la contemporaneidad representada. No logramos entender el pedido de la madre, ni porqué está tan empeñada en algo “pasado de moda”, algo que para la sociedad de actual no es factible. Podemos suponer que es su ancianidad. Pobre hijo… Y ahí se nos presenta el pasado, lleno de color y esa anciana es una joven vital, dulce, ingenua pero valiente. La sociedad que vemos es merecedora de ese color brillante. Los vecinos de un pueblo rural, donde la mayoría de sus jóvenes y adultos son analfabetos, se unen en la construcción de una escuela con la llegada de un maestro. Trabajan en comunidad con alegría, esmero, dedicación. Cada uno cumpliendo su rol sin pedir nada a cambio. Una especie de Shangri-La donde a ninguno nos molestaría vivir.
Yimou facilita al espectador cada sensación, no se guarda nada. Claro que mucho aporta la atrapante mirada de Zhang Ziyi. Con cada plano sentimos la ansiedad en los recorridos de Zhao Di, el miedo, la frustración… es imposible no vernos en sus acciones. Tomar un camino más largo, forzar coincidencias, ir a su encuentro… ¿Quién no lo ha hecho lo mismo alguna vez? Y desde esta ingenuidad podemos comprender el valor sus creencias.
Una mujer que no exige el respeto por una tradición, sino que pide por lo que realmente es un valor para ella, porque es su vida. Conociendo su historia los personajes no son los únicos que quieren recorrer ese camino, nosotros también. Me gustaría escribir también sobre la madre de Zhao Di, la escuela, las comidas… pero sería un escrito muy largo y no tan fascinante como verlo en el film.
La película deja una linda sensación, es una reflexión en sí misma sobre quiénes somos, nuestros valores y creencias. No solo se transforma la protagonista, sino que ocurre lo mismo con el espectador.
Por Julieta Lupiano
