Análisis del Soundtrack de Medianoche en París (2011) de Woody Allen
Una hermosa fábula que se entreteje sobre aquella idealizada París de ensueño. Woody Allen una vez más logra fascinarnos con esta historia excelentemente construida. Valorando el presente pero con nostalgia del pasado, llena de amor, de humor y de bohemia; de grandes artistas interpretados satírica y cariñosamente.
La banda sonora de la película es una selección de 16 obras musicales de diversos compositores, la mayoría de ellos reconocidos músicos del jazz de principio de los noventa: Sidney Bechet, James P. Johnson, Cole Porter, Cecil Mack, entre otros. Muchos de los temas del soundtrack tienen un marcado carácter Jazzero, un género al que Woody nos viene acostumbrando a escuchar en sus trabajos cinematográficos. Sin embargo, no todas las piezas musicales pertenecen a este género, escuchamos algunas reconocidas obras de la música clásica, como «Barcarolle” o «Can-can» del compositor alemán Jacques Offenbach.
Entre las melodías de jazz que se destacan en el soundtrack, escuchamos el saxofón soprano de Sidney Bechet con “Si tu vois ma mere” –acompañando el inicio y el final de la película-, la guitarra de Stephane Wrembel en “Bistro Fada” y los respectivos legados de Joséphine Baker con “La Conga Blicoti” y Cole Porter con “Lets do it, let´s fall in love”.
1″Si tu vois ma mère» – Sidney Bechet and Claude Luter
2″Je suis seule ce soir – Rose Noel, Jean Casanova and Paul Durand
3 «Recado» – Luiz Antonio and Djalma Ferreira
4 «Bistro Fada» – Stéphane Wrembel
5 «Let’s do it (Let’s fall in love)» – Cole Porter
6 «You’ve got that thing» – Cole Porter
7 «La Conga Blicoti»- Andre DeBadet y Armando Oréfiche
8 «You do something to me” – Cole Porter
9 «I Love Penny Sue» – Daniel May
10 «Charleston”- James P. Johnson y Cecil Mack.
11 «Ain’t she sweet» – Milton Ager y Jack Yellen
12 «Parlez-moi d’amour» – Jean Lenoir
13 «Barcarolle»- Jacques Offenbach
14 «Can-can» – Jacques Offenbach
15 «Ballad du Paris» – François Parisi
16 «Le Parc de Plaisir» – François Parisi
Antes de ver la película y sabiendo que se tratará sobre una historia situada en París, no podríamos imaginarnos las escenas musicalizadas con jazz -aunque si pensamos que se trata de un film de Woody Allen, se vuelve previsible-. Al verla nos damos cuenta de que el jazz le sienta muy bien a París, y mucho mejor a las situaciones y momentos de la historia que nos cuenta este genial director norteamericano.
Los sentimientos que se buscan generar con las imágenes compatibilizan perfectamente con la música, es esa versatilidad del jazz que nos hace bailar de alegría con un tema y llorar de nostalgia con otro. Aquí todos los altibajos y posibilidades del jazz están muy bien utilizados como recursos cinematográficos.
Hay un rescate del jazz de principios de los años noventa con el que se logra a la vez, evocar la nostalgia de la época.
Como en la mayoría de las películas del maestro Woody Allen, la música es exquisita. Una delicia de Soundtrack que funciona en todas las escenas del film, pero que al escucharlo sin ver las imágenes, puede convertirse en un muy buen disco compilado de jazz, salvo en pocas excepciones -«Barcarolle” y «Can-can«-.