Una banda de sonido que escucho muy poco, pero que me encanta es también de una película que vi pocas veces, tal vez tres: Garden State (2004) dirigida y protagonizada por Zach Braff -si no lo tienen es JD, el protagonista de la serie Scrubs-. Participan también del elenco la siempre bella y genial Natalie Portman, Peter Sarsgaard y Sir Ian Holm.
El film nos presenta a Andrew Largeman (Braff), un joven que vuelve a casa en Nueva Jersey, luego de nueve años de ausencia. El motivo del regreso es que su padre (Holm) le avisa que su madre ha muerto. Al volver a su hogar se ve con su viejo amigo Mark (Sarsgaard), quien ahora tiene un peculiar trabajo como sepulturero. Andrew se reencuentra con viejos afectos a la vez que intenta confrontar la relación con su padre; y superar el duelo reciente. Pero todo cambiará cuando conoce a Sam (Portman), mientras se encuentran en la sala de espera de un consultorio médico. Sam tal vez sea la compañía perfecta que le ayude a hacer catarsis y liberar emociones reprimidas.
La trama está acompañada por una exquisita banda de sonido: el brit pop encarnado por Coldplay, Snow Patrol y los escosese de Travis entre otros; The Shins con su rock indie alternativo; el folk del desaparecido Nick Drake y de los legendarios Simon And Garfunkel; y Iron & Wine, con un sonido influenciado por los anteriores que desde el trailer con la interpretación de Such Great Hights, nos cautivará por su delicadeza y armonía.
Recomendamos fervientemente ver este film, y prestarle atención a su banda sonora, así como a los músicos que participan de ella.
