La historia sobre The Hateful Eight a está altura ya es conocida por todos, pero la resumimos nuevamente:
Quentin Tarantino trabajaba en un western titulado The Hateful Eight cuyo guión ya había sido finalizado. Luego ese mismo guión se filtró en internet y se convirtió en el spoileo del año. Tarantino alegó que compartió el libreto con seis personas (algunas versiones dice que esos 6 individuos eran los actores protagónicos), y creyó que quien vendió el guión a los medios, fue el agente de alguno de los seis involucrados. Acto seguido realizó una demanda y pidió a Google que retire de sus búsquedas aquellos blogs donde se publica el libreto; al tiempo que anunció que nunca filmará esta película.
Posteriormente, él mismo organizó una lectura pública -con un costo aproximado de 120 dólares- del texto, en la que intervinieron, Samuel L. Jackson, Michael Madsen, Kurt Russell yBruce Dern. Dicha lectura se realizó el pasado 19 de abril en el Ace Hotel de Los Ángeles, donde los presentes pudieron oír de boca del propio Quentin lo siguiente:
«Esto es el primer borrador. Ahora estoy trabajando en el segundo, y después habrá un tercero».
Según Variety, Tarantino dejó dio esta sorpresa al presentar la lectura, indicando también: «Esta es la única vez que van a ver esta versión [de la historia]». El director indicó que el quinto y último capítulo de The Hateful Eight, titulado Black Night, White Hell podría desaparecer del libreto, o bien sufrir una transformación radical. Por lo demás, cuenta The Hollywood Reporter, el público se deleitó con «un relato de misterio al estilo de Agatha Christie» que involucra a dos cazadores de recompensas, un general de la Confederación presuntamente muerto, un turista francés (¿ tal vez en la piel de Christoph Waltz?) y un cowboy con el muy videoclubero nombre de Joe Gage (homenaje al director de serie B Tim Kincaid).