Así como antes empezamos hablando de similitudes para luego ir a las diferencias entre Fargo y True Detective, hay algo que tienen en común ambas series y está en poseer un plano secuencia genial. Del de True Detective hablamos aquí, en el de Fargo, el plano secuencia no nos permite ver lo que sucede, todo se ve desde afuera; el sonido y algunas imágenes son los únicos elementos que nos hacen suponer la violencia que se vive dentro de esas habitaciones. La incapacidad de los policías es una constante en Fargo, y como esas noticias que uno escucha (y ya no se asombra) al estilo “robaron un comercio a una cuadra de la comisaría”, aquí un tipo cometió una masacre delante de 2 agentes del FBI. Toda una declaración de principios.
Por eso, continuamos con las diferencias de universos narrativos.
La mafia y el poder
De por sí la diferencia está en la corrupción y la mafia que existe detrás del caso en True Detective, pero aquí se trata de una mafia asociada con los poderes más altos del Estado y la policía. Al ser un asesinato con características sectarias, también la religión se ve involucrada en todo un plan para realizar rituales esotéricos utilizando un plan estatal educativo para tomar niños ilegalmente. El poder está en la impunidad de las autoridades,quien vigila (la policía) no quiere intervenir porque está involucrada por omisión y por los sujetos poderosos que forman parte de ello. Solamente los protagonistas se meten.
En Fargo, la mafia es un sindicato y el poder es económico. La mafia no existe dentro de la policía y no interfiere con el accionar de Solly Solverson, cuyos problemas vienen por su jefe que niega la maldad de una persona que conoce bien. Cuando la fuerza policial interviene es por pura vocación con las mejores intenciones. El sindicato es la mafia, y el dinero es el motor de todos los personajes, los favores de una red son los que hacen movilizar su accionar.
La policía en Fargo es torpe por ingenua. En True Detective es entorpecida por poder.
La religión (o lo sobrenatural)
En True Detective, el tema religioso es una incógnita a develar, los límites entre el bien y el mal son difusos. Todos tenemos una parte de bien y mal, y aquello que en teoría se muestra de una forma, en realidad esconde una cara perversa y malvada. Las sectas utilizan la religión oficial para mantener sus ritos. Carcosa se esconde detrás de los reverendos, del pueblo en sí. Ese es el gran movilizador de todos los crímenes, de todo lo oculto.
En Fargo, el bien y el mal están representados claramente. Aquellos que quieren hacer mal las cosas reciben su “merecido”.Malvo es el karma de todos. Representa el mal, representa la figura que viene a tentar a aquellos que piensan cometer un mal pensamiento. Cualquiera que se le cruce es susceptible de caer en sus manos, y de allí no se vuelve. La agente policial Solverson busca eliminar la maldad del mundo, que la justicia caiga sobre él. A pesar de ser “la maldad”, Malvo cumple un rol de justiciero sobre aquellos con los que se cruza. Es como si conociera su destino; sabe quienes son sus enemigos, quienes son sus potenciales verdugos, sin embargo, no se mete con ellos, a menos que se le enfrenten.
Percepción del mundo
En ambas la visión es pesimista.
En True Detective se ve claramente en Rust Cohle, aunque hacia el desenlace la sensación parece que cambia. Tienen que pasar 20 años para que se devele todo. En definitiva la mirada final es esa: todo sale a la luz, todo se sabe, pero no todo se puede resolver, los poderes logran ocultar y salirse con la suya, los que caen son los ejecutores, el criminal ideológico puede safar.
En Fargo, es un poco más optimista. Todo se resuelve, también debe pasar el tiempo, pero nadie queda por fuera de la “justicia”. Tarde o temprano, la garra te agarra. En ese trajín, se pierde la inocencia, se pierde la visión positiva sobre el mundo, nos volvemos realistas, pero en definitiva se cumple lo esperado.
Por Germán Morales.