La Receta Perfecta
Agent Rogersz: It happens sometimes. People just explode. Natural causes.
Cuando se mezclan buenos ingredientes, no hay garantía que salga un buen producto. Muchas veces la ciencia ficción regala productos que son bizarros, pero interesantes para analizar en su discurso, por los pequeños detalles y por su postura con el mundo en el que vivimos.
Repo-Man (1984) es un film de esos que podrían ser de culto, por diversas razones: la cultura punk, la buena musicalización, los aliens, la CIA, sus características de road movie y los delirantes hechos que desencadenan su trama.
Detalle de la trama (cuidado hay spoilers)
Otto (Emilio Estevez) es un punk de dieciocho años que queda desempleado y se encuentra, de casualidad, con Bud (Harry Dean Stanton) que le ofrece dinero para que le ayude con su esposa, a punto de dar a luz, y se lleve un auto que estaba estacionado. En realidad esta historia era una farsa, Otto termina realizando un trabajo de recuperación de autos de deudores que inclumplieron con sus cuotas, y por los problemas del protagonista con su empleo y familia, ve en esta oportunidad buena una salida laboral.
Así empieza a meterse en ese mundo, dentro del capitalismo más asqueroso – algo que se contradice con la ideología punk -, y conoce una variedad de personajes: Oly, Miller, Lite, y Bud (¿alguien habló de cerveza?). Dentro de los autos que piden recuperar, hay uno que desde el principio de la película llama la atención.
Un Chevy Malibu es codiciado por mucha gente, entre ellos personajes del gobierno e investigadores independientes. Todos buscan recuperar ese vehículo, ya que dentro de su baúl, hay 3 extraterrestres muertos que salieron de la famosa Área 51.
Como verán, todos los elementos de esta película están dentro de la fantasía habitual de la ciencia ficción y la época. Además de la mención del comunismo, la crítica a los hippies, Reagan, los evangelistas televisivos, etc.
Uno de los puntos más altos de la película de Alex Cox está en fantástica musicalización del film y la banda de sonido. La relación del director con el genero no termina aquí, pues más adelante dirigió otro clásico del genero musical en el cine: Sid y Nancy (1986). Hay una gran variedad de bandas punk y alternativas de los ochentas: Black Flag, Suicidal Tendencies, The Plugz, The Circle Jerks – que además tienen una pequeña participación en el film tocando dentro de un bar de mala muerte -, y la banda The Untouchables, cuyo cameo no es musical, sino como parte de una banda de motociclistas que defiende a la madre de uno de sus integrantes ante la amenaza de que Otto “recupere” el auto por la falta de pagos.
Repo-Man es una película que promete demasiado más de lo que brinda a simple vista, las persecuciones, la aventura, la road movie de la California urbana de los ochentas están muy bien, y durante mucho tiempo consiguen mantener el interés del espectador. Si bien la resolución es bastante mediocre, y casi que se carga con toda la película, tiene muchos aspectos interesantes para analizar, como los pequeños chistes y diálogos que se pueden encontrar, y alguna interpretación más profunda.
Kill the hippies (and the punks too)
Duke: The lights are growing dim Otto. I know a life of crime has led me to this sorry fate, and yet, I blame society. Society made me what I am.
Otto: That’s bullshit. You’re a white suburban punk just like me.
Duke: Yeah, but it still hurts.
Si bien la película no es sobre el punk-rock, ese movimiento y su cultura están muy presentes. Y no sólo con la música que acompaña la película, además de los Circle Jerks y su cameo. Su protagonista es un adolescente que viste y tiene relación con una pandilla punk. Algunos integrantes de esa pandilla (Duke, Debbi y Archie) tienen varias escenas importantes.
¿A qué se dedica esta pandilla?
A robar negocios, personas y vivir al margen de la ley. ¿Lo hacen con un espíritu anarquista o ese espíritu del punk ideologizado anti sistema? No, para nada. Roban para consumir, deciden no entrar al sistema económico de consumo, pero no están al margen del consumo. Comen sushi y se van sin pagar, van al mercado y roban dinero para consumir.
El caso de Otto va al mismo sentido, tiene esa actitud, pero cuando se ve en problemas económicos, no tiene problemas en ir a lo más bajo del mercado laboral o dentro de ese sistema capitalista que no perdona al deudor, y castiga robando (o “recuperando”) directamente la mercancía que el consumidor se atrasó al pagar.
Si tenemos en cuenta las bandas que eligieron dejar su música para la banda de sónido, vemos que tienen un fuerte contenido crítico al sistema y a la sociedad en general. El reproche que hace Repo-Man es al sistema, pero también a los denominados posers (aquellos que hacen apariencia de una actitud que en realidad no sienten), a los que se rebelan al sistema de forma superficial, que aprovechan los flancos de la anarquía para robar y, luego, consumir.
De todas formas, lo más representativo del film es una oculta espiritualidad, con la referencia al famoso libro de Ron L Hubbard, Dianetics: The Modern Science of Mental Health, fundador de la famosa cienciología.
La iluminación alien
La religión también está muy presente en este film, aunque de una forma más rebuscada. En algunos momentos la crítica es más directa, como al principio, cuando los padres hippies de Otto le informan que entregaron todos los ahorros familiares, que estaban preparados para su universidad, a la iglesia evangélica televisiva para que toda la familia entre en una exclusiva lista.
Pero hay otros momentos, donde la interpretación es abierta y metafórica. Este artículo hace ensayo con un detalle de la espiritualidad y la pertenencia de los recuperadores, junto a las distintas filosofías de vida.
Entonces, al intentar entender el film desde el lado de la religión y la espiritualidad, ese final que parecía bastante bobo, termina abriendo múltiples posibilidades de entendimiento . Sobre todo en la conclusión que saca el ensayo que citamos:
“The film doesn’t tell us what enlightenment is, rather it shows us the type of people who will find it. Those who are receptive and don’t buy into the first phony religious doctrine they find.”
(“La película no nos dice qué es la iluminación, sino que nos muestra el tipo de personas que van se van a encontrar con ella. Aquellos que sean receptivos y no compren la primera doctrina religiosa falsa que encuentren”).
Lo mejor de esta película son las citas
Bud: Credit is a sacred trust, it’s what our free society is founded on. Do you think they give a damn about their bills in Russia? I said, do you think they give a damn about their bills in Russia?
Otto: They don’t pay bills in Russia, it’s all free.
Bud: All free? Free my ass. What are you, a fuckin’ commie? Huh?
Otto: No, I ain’t no commie.
Otro elemento muy destacable dentro del film son los diálogos en el guión. Como se ve en el ensayo, cada recuperador muestra su filosofía de vida que contrasta con la de los otros colegas de Otto. Pero no solamente ahí se ven diálogos interesantes, hay pequeños momentos y frases que se mencionan que tienen tanta gracia, como profundidad y filosas para dejar pensando. La relación entre la lobotomía y la bomba de neutrones es, quizás, la más brillante.
Repo-Man, superficialmente, es una película divertida, entretenida y con una crítica social muy fuerte. Pero al escarbar un poco en sus curiosos personajes y sus diálogos, es posible abrir una nueva arista, ver más allá y profundizar en otros temas. Sin mencionar que no hablamos del gobierno y la oscura década de los ochentas, contexto más que propicio para analizar.
Para finalizar, los créditos iniciales cuentan con la música del gran Iggy Pop y el tema homónimo de este film.
Por Germán Morales