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Películas de culto: curiosidades de The Rocky Horror Picture Show

Mariana Van der Groef

Muchas películas ostentan el título de “película de culto” sin merecerlo realmente. Pero The Rocky Horror Picture Show podría tranquilamente ser la embajadora de las películas de culto, porque sus seguidores no sólo la miran, si no que la VIVEN. El fenómeno que rodea a The Rocky Horror Picture Show supera la pantalla y llena las butacas de fanáticos que interactúan constantemente con la historia, ya sea tirando arroz en la boda, refugiándose de la lluvia con un diario como hace Janet o contestándole cada diálogo al Dr. Frank N Furter.

Estrenada en el año 1975, no tuvo mucho éxito en sus comienzos. De hecho, pasó de ser un fracaso total de taquilla (con cines absolutamente vacíos) a ser la película más proyectada de la historia (un cine en Alemania continúa proyectándola al menos una vez por semana desde 1976).

A 42 años de su estreno pero más vigente que nunca, te contamos algunas curiosidades de esta oda a la ciencia ficción y al terror Clase B.

  • El origen de una idea tan loca

The Rocky Horror Picture Show está basada en la obra de teatro del mismo nombre y ambos guiones fueron creados por Richard O’Brian, leyenda del teatro musical y del cine. Al parecer, mientras no estaba trabajando, O’Brien se aburría mortalmente, por lo que decidió ponerse a escribir un guión con el cual pudiera homenajear las películas de terror y ciencia ficción que tanto amaba. Así nació The Rocky Horror Show, que luego presentó al director Jim Sharman y de a poco se fue convirtiendo en un éxito.

  • Un director que banca al equipo

Cuando decidieron llevar la historia a la pantalla grande, la productora 20th Century Fox le ofreció a Jim Sharman un “presupuesto bastante razonable” si utilizaban para el elenco estrellas del rock contemporáneo (Mick Jagger había expresado su interés en interpretar al Dr. Frank N Furter). Pero Sharman optó en su lugar por obtener un “presupuesto modesto” (un millón y medio de dólares) y un calendario de filmación bastante ajustado (el rodaje se terminó en apenas seis semanas) para trabajar con el elenco original. La única condición que el estudio les puso fue que contrataran al menos dos actores estadounidenses, y por esta razon Janet y Brad fueron interpretados por Susan Sarandon y Barry Bostwick respectivamente.

Jim Sharman sostiene que la elección de mantener al elenco original fue crucial para que la película se convirtiera luego en una película de culto.

  • Los labios flotantes

La obra de teatro original comienza con una mujer (Patricia Quinn, que también interpreta a Magenta) que vende pochoclos cantando la canción “Science Fiction Double Feature”. Pero en la película esto se modificó y en su lugar, se utilizaron sólo los labios de la actriz pintados al rojo vivo, flotando por la pantalla. Esta imagen fue inspirada por el cuadro de Man Ray de 1936 llamado “Los amantes”.

  • El acento del Doc

Tim curry, quien interpretó al travesti dulce de Transexual, Transilvania, comenzó sus presentaciones utilizando un acento alemán. Pero a mitad de camino decidió cambiarlo cuando viajando en colectivo escuchó a una señora hablando en un acento inglés muy exagerado. Decidió entonces que el doc Frank N Furter sonaría como una reina.

  • Columbia baila tap

“Little Nell” Campbell trabajaba como camarera en una tienda de sodas y los productores habían escuchado que bailaba tap cuando servía helados. Por eso es que fueron a verla y le pidieron que bailara para ellos. Todos quedaron tan impresionados, que así fue como se ganó el papel de Columbia.

  • El castillo podrido de Frankenstein

La película se rodó en un castillo del siglo XIX llamado Oakley Court, ubicado cerca de los estudios Bray de Londres. El diseñador de escenografía, Brian Thomson, enseguida supo que ése era el castillo donde debían filmar la película, dado que los dueños lo habían dejado para que se pudriera lentamente ya que no podían demolerlo.

Y si bien el elenco sufrió durante todo el rodaje porque el castillo no tenía calefacción ni baños, ese aspecto decadente y antiguo le dio a The Rocky Horror Picture Show una atmósfera única.

Bonus:

  • Shock auténtico

Toda la película está diseñada para causar un cierto resquemor en sus espectadores, pero hay una escena en particular que incomoda más que las demás: la cena.

Con un gorrito de fiesta y una mueca perversita, el Dr. Frank N Furter agasaja a sus invitados mientras les revela que todo el tiempo habían estado comiendo sobre el cadáver de Eddie (a quien anteriormente había asesinado con un hacha).

Las caras de horror de los invitados son absolutamente reales, dado que el director, Jim Sharman, había revelado sólo a Tim Curry lo que iba a ocurrir realmente en la escena. Esto se debió a que quería captar las expresiones auténticas de los actores. Y lo logró.

Por Mariana Van der Groef

          

 

Acerca del autor

Mariana Van der Groef

Mariana Van der Groef

Periodista, amante de las historias (cuanto más épicas mejor) y ferviente defensora del cine pochoclero