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Crítica: Nada es lo que parece 2 (2016) Dir. Jon M Chu

Javier Califano
Escrito por Javier Califano

Ficha técnica de la película: Dirección: Jon M. Chu. Guión: Ed Solomon.  Origen: Estados Unidos/ China/ Reino Unido/ Canadá, Año: 2016 Elenco: Mark Ruffalo, Woody Harrelson, Morgan Freeman, Michael Caine, Dave Franco, Jesse Eisenberg, Lizzy Caplan, Daniel Radcliffe, David Warshofsky. Producción: Bobby Cohen, Alex Kurtzman y Roberto Orci. Distribuidora: Alfa Films. Duración: 129 minutos.

Ilusiones apenas sostenidas ante el abismo de la redundancia

Nada es lo que parece (2013)  resultó una simpática propuesta  que combinó el concepto de justicieros sociales en plan de Robin Hood modernos a partir de artistas de la magia escénica. En aquella oportunidad la estructura argumental -si bien fallida, aunque interesante y dinámica- implicaba un frenético juego del gato y el ratón representado en la búsqueda de un agente del FBI (Mark Ruffalo) dedicado a desenmascarar a los ilusionistas justicieros, quienes desde sus presentaciones en público, desenmascaraban las artimañas de magnates y corporaciones. Claro que la película se reservaba en su desenlace una revelación  a modo de una sorpresiva vuelta de tuerca que cambiaba todo lo figurado hasta entonces.

En esta oportunidad, Nada es lo que parece 2 (2016) resulta una secuela  redundante, sostenida desde el mal hábito de la sobreexplicacion, pecando de falsa modestia en la pretensión de otorgar nuevas dimensiones de aquella idónea  vuelta de tuerca trabajada en el desenlace de la película precedente.

En esta oportunidad  mundo del  cuarteto mágico formado por Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Dave Franco y Lizzy Caplan,  se pone de cabeza con la irrupción de  un villano de turno, interpretado por Daniel Radcliffe -lejos del simpático  Harry Potter- como un infame ingeniero informático con aversión por el mundo de la magia. En tanto que Dylan Rodas ( Mark Ruffalo ) líder oculto del grupo de magos e ilusionistas justicieros continua trabajando como agente del FBI, utilizando su influencia para crear pistas falsas con el fin de poner la investigación lejos del paradero de sus colegas.

Con el fin de exponer un adelanto tecnológico  que será utilizado por una corporación para disponer de la totalidad de la información privada de los usuarios, el accionar precipitado de Daniel Atlas (Jesse Eisenberg) será el que traiga de  regreso al grupo de  ilusionistas. El caso es que la esperada presentación pública de los justicieros resulta un fracaso que los expone públicamente derribando todas y cada una de sus coartadas, incluso develando la identidad de  su líder Dylan Rhodas ante el FBI.  

Lo más interesante de esta confusa trama resulta a partir de la imperiosa necesidad del grupo de artistas justicieros por volver a tomar contacto con su público en busca de aplausos y reconocimiento, lo que conduce a  un duelo de machos alfa entre los personajes  de Mark Ruffalo y Jesse Eisenberg , instancia que atenta con erosionar la unidad que existe entre el grupo.

El gran problema de Nada es lo que parece 2 es que toda escena  está ligada o anclada a elementos de aquello que funcionó en la entrega precedente, y que ahora pierde eficacia cayendo inevitablemente en una revuelta argumental  que  solo genera confusión el espectador.

Resulta necesario mencionar que la dirección de Jon M. Chu adolece de legibilidad en su narrativa visual, oficiando en favor una estética  de videoclip volcada de lleno  al  parpadeo de confusas coreografías de acción que atentan contra todo indicio lúdico del suspenso y  tensión dramática en el relato.

De nuevo tenemos una trama que involucra  la puesta en escena de artilugios del mundo del ilusionismo con el fin de perpetrar un golpe maestro de características imposibles. Pero este no es el problema,  dicha  situación extravagante resulto  la esencia de la primera película: lo que antes funciono de manera idónea, ahora se ejecuta como una fórmula de características idénticas que no hace más que anticipar y  poner en evidencia  un  vuelco de la trama  en los últimos minutos del desenlace,  perjudicando la totalidad del argumento.

Con la imperiosa necesidad de  implementar una suerte de  astucia en la  deconstrucción de los sucesos concluyentes  presentados en la primera película, el gran problema de Nada es lo que parece 2 obedece a su razón de ser como una franquicia de poco vuelo y sin objetivos bien definidos.

Por Javier Califano

Crítica de la película
Fecha
Película
Nada es lo que parece 2 (2016)
Puntaje
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Acerca del autor

Javier Califano

Javier Califano

Colaborador de las secciones Cine & Series. Cronista cinematográfico, Redactor, Dibujante y Diseñador. Ocasionalmente “Héroe de Alquiler”. Su blog es: http://tintachinaceluloide.wordpress.com/