Y terminó la cuarta temporada de Boardwalk Empire, con algunas sorpresas, con algunas cosas previsibles y otras con un sabor agridulce. En definitiva cierra una temporada con altibajos y; en mi opinión, de transición para el final de la serie que puede tranquilamente tener una sexta temporada, pero por cuestiones de trama no parece dar para mucho más.
Obviamente es solamente una opinión, habrá que ver hacia donde nos dirige la próxima entrega. Vimos en el último capítulo de esta cuarta temporada que hay algunos puntos a profundizar para más adelante, aunque sin especular más allá, empecemos por el principio de una entrega tensa. Intentaremos no dar demasiados detalles, pero a toda la nota la rodea un aura de SPOILER ALERT
Nuestra sensación del cierre de Temporada
Quizás haya quedado un poco opacada por nuestro sentimentalismo en los desenlaces, pero visto a la distancia, creo que fue un gran final de temporada, en cierta forma, me hace acordar un poco a la segunda donde matan a Jimmy. Se veían ciertos indicios de donde se dirigía todo, pero la imprevisibilidad es una característica general de la serie.
Por un lado, el capítulo comienza con Chalky llegando a la casa de Nucky de forma amenazadora, sospechando de una traición de parte de él. Allí arreglan una reunión con el doctor Narcisse que ya acaparó todos los negocios de Chalky y se hizo dueño del club. No pareció que Chalky haya creído a Enoch que estaba de su lado, pero en definitiva como arrancó su situación, tenía una posición totalmente desfavorable.
Luego, el juicio a Gillian por la muerte de Jimmy, da el pie para que luego vaya Richard a pedirle el favor a Nucky y termine la temporada de la forma que cierra. Una vuelta un poco extraña, donde todas las tramas se mezclan sin necesidad. En definitiva, todo fue un gran armado para que confluyan en ese final intrincado y triste. Armado de forma inteligente, sí. Pero hay cosas que no cierran.
En principio, es difícil que se haya complicado el juicio, con tantas pruebas en contra de Gillian, y sobre todo, con gente poderosa con influencia ahí (el amigo del Comodoro, padre de Jimmy). Es cierto que se trata de una abuela que quiere a su nieto, pero la moralidad que exigía la época me hace dudar, y que mantener a un chico en un puterío, le dé demasiados argumentos a favor de Gillian para que la historia del falso Jimmy sea verosímil.
Si entre hermanos se pelean…
Cambiando de tema, lo que si era previsible era que se enfrenten Nucky y Eli por la traición que ya sospechaba el hermano mayor en el capítulo anterior. Eso afectó directamente sobre el plan del agente Tolliver, aunque sus peleas internas en el organismo, la desmoralización que sufrió y la falta de mirada estratégica, hicieron el resto y tiraron abajo un caso que podría haber llegado lejos. Pero la charla entre Nucky y Eli fue un momento de tensión muy fuerte que chocó y nos dejó un poco en offside con su resolución. Dio la sensación que faltó algo, pero a buen entendedor, pocas palabras.
Así también se nos fue la vida de James Tolliver ( el agente prohibicionista), en una escena de lucha notable y digna de final de temporada. Su modus operandi ansioso y patotero, invadiendo el espacio y tomando por sorpresa a sus “eslabones débiles” fue lo que terminaron con las pretensiones del agente. Su actuación ayudó a presentar en el mundo de Atlantic City a John E. Hoover, y ver el protagonismo que podría tener en la próxima temporada. Habrá que ver si la persecución del famoso botón del FBI sobre Marcus Garvey tiene lugar en el mundo de corrupción y mafioso de Atlantic City.
Por el lado de Chicago, Al Capone ya se hace cargo definitivamente del kiosco de Torrio, que repite masomenos fielmente los hechos reales. Por ahora no sabemos si las dudas de Al Capone dejaron vía libre y la espalda descubierta para que los irlandeses ataquen a Johnny. Supongo que se hablará de eso en la próxima temporada, mientras tanto, Torrio se va a Europa y nosotros nos preparamos para la guerra que se abrirá en Chicago la próxima temporada.
Pero llegamos a la tensa escena final. Una mezcla de factores que nos dejó, no sé si decir decepcionados, pero un poco confundidos por el cierre de los hechos. Las líneas argumentativas se cruzaron de forma tal que en definitiva todos salieron perdiendo y deja, como nunca, un sabor feo y, sobre todo, triste.
Un final distinto
Hasta aquí, en Boardwalk, todos los cierres siempre favorecieron a Nucky de una u otra forma, cuando se quiere retirar, me parece que los guionistas le demuestran que no puede salir ganando siempre y que del mundo de la mafia no se puede huir fácil. En cuanto a los demás, Chalky y Narcisse definieron su contienda por penales y perdieron los dos.
Respecto a Richard, con el juicio terminado le quedaban dos caminos. Y si hay algo que nos enseñaron HBO y Hollywood, es que los buenos mueren y que en la saga de mafiosos no hay finales felices. Bah, por lo menos en la mayoría de los casos que me tocó ver. Nada más.
Conclusiones y expectativas para la próxima temporada de Boardwalk
En definitiva, cierra una temporada rara de Boardwalk. Rara, porque el centro de la escena no surgió de Nucky y sus problemas, sino que casi fue secundario. Se cerraron algunos conflictos de la serie que se debieron cerrar, y otros se expandieron un poco más. Habrá que esperar aún mayor protagonismo de Chicago y de Nueva York, ya que se vienen sucesos históricos importantes de allí.
Por el lado de Nucky, no creo que concrete su deseo de retirarse, pero habrá que ver hacia donde se dirige la trama para contrarrestar un avance de la serie hacia ese lado y continuar con su protagonismo. Está claro que sin Nucky, Boardwalk Empire pierde todo sentido, por eso, la duda de una probable sexta temporada.
En definitiva, la tercera opacó un poco esta entrega, pero continúa al nivel de la serie. Con su característica trama intricada y cautivante. A esperar a 2014 entonces.
Por Germán Morales