Fifty Shades of Grey (Estados Unidos, 2015)
Dirección: Sam Taylor-Johnson. Guión: Kelly Marcel, E.L.James. Elenco: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Jennifer Ehle. Producción: Jeb Brody, Dana Brunetti, Michael De Luca, E.L. James. Distribuidora: Focus Features. Duración: 125 minutos.
¿De esta historia van a realizar dos películas más? Ésta fue la primera pregunta que vino a mi mente luego de ver (¿o sufrir?) 50 sombras de Grey.
Hace unos meses, luego de haber sucumbido a la presión social que implica un best-seller de esta magnitud, leí finalmente el libro, esperando por alguna casualidad del destino sorprenderme y demostrarme a mí misma que estaba equivocada. Pero no. De hecho, estaba en lo correcto: el libro es horrible. El problema es que me lo habían vendido como un libro que rompía los límites, que era absolutamente revolucionario, que venía para cambiar la literatura femenina. Claramente fui víctima de una muy buena publicidad, porque la verdad que no me pareció nada del otro mundo. Los personajes son chatísimos, y no sólo eso, si no que son estereotipos tan obvios y faltos de imaginación que aburren. Ella (Anastasia Steele) es hermosa, esbelta, medio aniñada y virgen. Él (Christian Grey) es re contra millonario, tiene 27 años, rubio de ojos claros, está buenísimo y tiene un lado perversito, para lo que una inexperta como Anastasia Steele le viene como anillo al dedo. Pero no puede amar…así que ella lo cambia y logra meterse debajo de esa coraza de metal (inserte sus prejuicios aquí).
Así que no sólo no es revolucionario, si no que es más de lo mismo. Lo único que lo hace distinto es la parte sexual que de todas formas, ayuda a reforzar el estereotipo machista de la mujer al servicio del placer del hombre. Sin esta parte, sería una historia de amor aburridísima y ni siquiera bien escrita.
Habiendo dicho todo esto, como se darán cuenta, me senté a ver la película con la cabeza llena de prejuicios. Y una vez más, descubrí que estaba en lo cierto. Dirigida por Sam Taylor-Johnson (quien tiene un largometraje más en su haber llamado Nowhere Boy) la adaptación de 50 Sombras de Grey deja muchísimo que desear. Lo único interesante que tiene la película es la parte erótica y se hace esperar eternamente. Para llegar a ver algo interesante hay que fumarse una hora y quince minutos de planos cortos de los rostros de Dakota Johnson (que interpreta a Anastasia) y de Jamie Dornan (que hace de Christian Grey) con ella mordiéndose el labio y él entrecerrando los ojos para mostrar algo como pasión, que se yo. No sabría decirles, porque las actuaciones son tan forzadas que a veces no se entiende qué es lo que están intentando sentir los personajes
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Con respecto al resto de la película: ¿Vieron todos los clichés que hay en las películas románticas? ¿Las miradas que se cruzan eternamente, los besos apasionados en los ascensores, las charlas en las que se juran amor eterno y demás? Bueno, 50 Sombras de Grey lleva todos estos clichés a otro nivel. Son tan abundantes y tan mal llevados a cabo que resultan tediosos (si se muerde el labio una vez más, ¡voy a gritar!). Pero bueno, después de todo esto, finalmente Christian Grey le muestra su cuarto de los juegos, donde tiene sus elementos sadomasoquistas. Y uno espera ver acción. Pero otra vez nos vemos decepcionados: la ambientación es pobre y la musicalización, espantosa. Lo que es una pena realmente, porque el musicalizador es Danny Elfman (el groso que hace la música de todas las películas de Tim Burton).
En conclusión, dos horas de bodrio romántico interminable que no se diferencia en nada de cualquier otra película romántica. La vida es demasiado corta para ver (o leer) 50 sombras de Grey.
Por Mariana Van Der Groef
En relación a 50 Sombras de Grey, les recomendamos dos artículos más para leer:
– ¿Qué ver antes de ver 50 Sombras de Grey?
– ¿Qué película ver luego de las 50 Sombras?