Desde la propuesta inicial, Dead Ant promete un poco de humor bizarro y situaciones delirantes. Viernes a la noche. ¿Qué podemos elegir? Dead Ant, veamos de qué se trata: “Un grupo de glam metal ochentoso, con una balada olvidada como su principal éxito, se dirige a un festival de rock en el desierto para intentar conquistar un nuevo público. En medio del viaje paran en un refugio indio con el objetivo de recuperar la mística y el peyote será su principal combustible, sin embargo, el poco respeto por la naturaleza de parte de la banda hará que un grupo de hormigas gigantes busque revancha”.
Para los amantes de lo bizarro, lo grotesco y gore, es un buen plan. Una película más para BARS que para BAFICI, con un elenco conformado de actores secundarios de series y películas, entre los cuales se destaca Sean Astin. A pesar de eso, ese film que prometía buenos momentos se queda a mitad de camino con sus chistes y el delirio, lo cual hizo que se diluyeran nuestras expectativas a medida que transcurría el argumento.
Por momentos la mala dirección de cámaras y elección de los planos conspiraron a nivel técnico. Pero esto no es lo importante, el problema es que estos detalles menores hubieran quedado sepultados si los chistes hubieran sido mejores, las situaciones más delirantes de lo que fueron y si el guión hubiera estado un poco mejor armado. Por otro lado, si bien el final era previsible, dejó un poco gusto a nada por la resolución abrupta.
Eso no significa que la película sea un total fracaso. Hay varias risas, las situaciones delirantes funcionan, y por momentos logran aumentar el interés, los personajes y actores se desempeñan correctamente con el objetivo del film, entendieron bien la esencia y se adaptan al argumento. Estamos hablando de una película de rockeros drogones, nada puede malir sal. Nada debería tomarse muy en serio. ¿O sí?
Por Germán Morales