Si bien el BAFICI, concluyó hace unos diez días, en Proyector Fantasma nos quedaron un par de críticas que deseábamos compartir con ustedes. En este caso se trata de una película dentro de la sección Panorama, una en Competencia Argentina, y dos en Competencia Internacional.
Si querés revivir toda nuestra cobertura del BAFICI, podés hacerlo acá.
El último verano
Dir Leandro Naranjo (Competencia Argentina)
El último verano no sólo es una historia romántica de una noche entre dos viejos conocidos que se reencuentran, toma un cúmulo de referencias cinéfilas en planos y narraciones que van desde la nouvelle vague hasta Ezequiel Acuña. Se trata de un relato apto para veinteañeros que más que encontrar su futuro, buscan que la vida los encuentre; Santi (Santiago Zapata) es un estudiante de cine que está cerca de terminar su carrera, mientras que Juli (Julieta Aiello) estudia letras pero también tiene una banda de rock. Ambos se encuentran en una fiesta en la cual de alguna forma estaban destinados a encontrarse, mientras ella todavía lamentaba una ruptura y él fue allí para hacerle la segunda a su amigo.
La tensión sexual entre ambos es latente en todo momento y va de menor a mayor. La narración toma y grafica muy bien ese tipo de relaciones que nunca se concretaron verdaderamente, pero donde la efervescencia se nota desde todos los ángulos y ninguno de los protagonistas se anima a asumir el riesgo de realizar lo que ambos quieren. El último verano está filmada en un blanco y negro que la llena de sensibilidad, con una banda de sonido personalizada y largos planos musicales, todo muy propio del universo “Acuña”, que a pesar que en el estilo de filmación tienen sus marcadas diferencias, la utilización de esos elementos nos remite a él inmediatamente, y lo confirmamos al verlo en el primer lugar de los agradecimientos.
Los actores, así como la historia, nos permiten identificarnos con los sucesos. En cierta forma, al ver esta película dan ganas de volver a perder el tiempo toda una noche, sin nada pendiente o por hacer, con música, cigarrillos y alcohol. Aunque la historia es verosímil, también forma parte de esa ilusión de la noche ideal, donde todos los hechos te segundean, pero también tiene ese elemento impredecible que hace que no se cierre todo como uno espera. Un buen trabajo el de Leandro Naranjo que da la sensación de ser un trabajo muy personal, tan personal como universal. Por Germán Morales
El escarabajo de Oro
Dir. Alejo Moguillansky y Fia Stina Sandlund (Competencia Internacional)
Pocas películas argentinas tienen un comienzo tan magnífico como El escarabajo de Oro. Esta co-dirección entre Moguillansky (El loro y el cisne) y la sueca Fia-Stina Sandlund, se reí y satiriza justamente el hecho de filmar coproducciones internacionales; y lo hace a través de un género cercano a la road movie, pero también pasando por el cine de época, cine político, y sobre todo: cine dentro del cine.
Desde los créditos iniciales podemos asumir que el equipo del Pampero Cine (Llinás, quien aquí además de actuar, es co-guionistas, Citarella, Mendilaharzu, y Moguillansky) no nos va a defraudar. Tal como pasó con la magnánima Historias Extraordinarias (dir. por Llinás), esta película se mueve dentro de un universo lúdico, mientras se propone la ambición de mixturar el cuento de Edgar Allan Poe, con Robert Louis Stevenson y Victoria Benedictsson hasta llegar a narrar historias sobre el radicalismo, de la voz en off de un ya fallecido Leandro N. Alem.
La trama nos presenta a un Rafael Spregelburd (que hace de sí mismo) que les cuenta a los integrantes de El Pampero que tiene el dato (y un mapa a descifrar) para encontrar un tesoro en Misiones, en un pueblo llamado Leandro N. Alem. Los cineastas, ya que se habían comprometido con sus financistas europeos para realizar un film feminista sobre la trágica existencia y muerte de la escritoria sueca Victoria Benedictsson, deciden aceptar la propuesta de Spregelburd y pretenden engañar a los europeos, para así viajar al norte argentino y usar el rodaje de una película sobre la figura de Alem (figura que no tuvo ningún tipo de relación con Misiones) como fachada para su real objetivo: descubrir el oro oculto.
Son bastante inusuales los films argentinos tan creativos y divertidos como este, que si bien pierde un poco de «euforia» mantiene su excelente calidad tanto narrativa, como actoral durante los 100 minutos que dura la película. Por Marianela Santillán
Leé otra crítica sobre El escarabajo de Oro aquí.
El Mudo
Dir. Daniel y Diego Vega (Competencia Internacional)
La segunda película de los hermanos Vega es un interesante trabajo. Interesante por varios motivos, principalmente con una historia que se centra en un personaje cruzado por los hechos de su vida. Se trata de la vida de Constantino Zegarra, un juez duro, incorruptible, dedicado fuertemente a su trabajo con un principio de la justicia bastante fuerte, en la primera escena se encuentra con la esposa de una de sus víctimas que le pide clemencia y considerar los problemas de su familia. Al encontrarse con la negativa del juez, la señora le envía una maldición que muy de golpe se convierte en realidad, en principio le rompen el vidrio de su auto, luego, se entera lo envían a trabajar a la oficina de Mala, y en otro momento, volviendo a su casa se encuentra con una bala que impacta en sus cuerdas vocales y lo obliga a hablar a través de la tráquea.
También está su familia que juega un papel fundamental, su padre que también es juez, está relacionado con todo el aparato judicial y el corporativismo que ello implica, su esposa con la cual tiene una relación muy seca, y una hija de la cual espera que siga sus pasos estudiando derecho parece ir a contramano de sus deseos. A pesar de tener la posibilidad de hablar, Constantino ni siquiera lo intenta, la única idea que tiene en la cabeza es encontrar aquella persona que intentó dispararle y matarlo. La idea de un complot en su contra es la búsqueda principal a lo largo de la película. Así, el juez Zegarra encuentra una nueva faceta en su vida, donde su vida casi perfecta se desmoronó y su personalidad entra en una contradicción interna latente con tal de llegar a ese .
Para poder descubrir qué ocurre, se encuentra con un policía que representa todo lo que Zegarra no es, el trabajo a cambio de dinero, la corrupción y la mentira siempre presente en este personaje que le brinda el tono de comedia más importante de la película.
“El mudo” a pesar de ser una historia interesante, con las contradicciones y los problemas de una persona con un sentido de la vida muy recto, el desarrollo de los hechos tiene un ritmo que para los que no estén acostumbrados a este tipo de películas quizás pueda llegar a ser un poco lento y cansador. Sin embargo, los hechos se cuentan de forma trágica-cómica haciendo más ameno todo, aunque nunca logremos empatizar con el protagonista que tiene una actuación acorde con el desarrollo. Con un final delirante que en definitiva deja un guiño diferente al resto del desarrollo, la película está llena de pequeños momentos y diálogos que son los que enriquecen un poco todo el contexto.
A mi criterio, la historia daba para mucho más, pero el tono elegido para contarla prevaleció y ciertos momentos que podrían haber sido gloriosos, se quedaron en guiños a secas. Por Germán Morales
Apolitical Romance
Dir. Hsieh Chun-yi (Panorama)
Apolitical romance describe la película tan bien en su título que facilita el trabajo al momento de encontrarse con la trama. Es una película romántica, sí. Pero trata tantas variantes dentro del amor, que quedarse con la historia de los dos protagonistas Qing Lang y A-Zheng es poco. La famosa historia de los opuestos que se atraen es el centro, pero el amor y desamor familiar, el lejano amor de la infancia, el desengaño o la tensión política entre países hermanos une toda la trama demostrando que el amor no solamente son las historias felices que terminan concretándose.
Qing Lang va de Beijing a Taiwan en búsqueda de un viejo amor de su abuela, por una apuesta que perdió. En el principio de su deber se encuentra con A-Zheng, un empleado público que tiene que hacer un trabajo relacionado con el intercambio cultural entre China y Taiwan, el problema es que su contacto con la cultura china es prácticamente nulo. En eso se encuentran estas dos almas necesitadas de ayuda, pero sus personalidades son tan distintas que conspira con sus objetivos. De alguna forma remite a la relación: “niño-niña que se odian-aman” de algunos trabajos del anime japonés, pero tampoco es tan así.
Conforme avanza la trama, estos dos se van encontrando en una química que irán fortaleciendo a medida que los hechos ocurran y que cada uno abra su vida a la del otro. Sus diferencias políticas se hacen notar, pero la timidez y la inmadurez de A-Zheng, con el carácter fuerte, invasivo y el orgullo político de Qing Lang hacen una dupla que nos hace involucrarnos como espectadores y entrar en su universo como sucede habitualmente en el género “comedia romántica”, pero está muy lejos de ese estereotipo que Hollywood constantemente vende.
En el fondo, está la relación entre Taiwan y China, como los dos países hermanos con una relación tan fuerte tienen diferencias de bisagra, pero al mismo tiempo su fuerte unión histórica es inseparable. De alguna forma, el mensaje que brinda el film es que ambos tienen que aceptar su realidad y comprender a su vecino, pero da la sensación que llegar a un punto de acuerdo es fácil desearlo, pero difícil de ejecutar.
Apolitical romance es un trabajo interesante y entretenido. Los dos actores están muy bien, con una narración frenética que contrasta con la vida habitual de los personajes genera la típica película de aventuras que el espectador sigue con atención. Por Germán Morales