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Abrazar el sinsentido: reseña de la temporada 3 de Fargo

Lautaro Olivera
Escrito por Lautaro Olivera

En épocas en donde la industria cinematográfica parece haberse quedado sin ideas y recurre a clásicos para rebootearlos o hacer secuelas décadas después, Fargo ha logrado presentar una propuesta superadora. Sin considerarse como un clásico a reverenciar o como una franquicia a la cual exprimirle hasta el último mililitro, se descubre como un concepto en sí mismo. Para deconstruir y volver a construir de diversas maneras. Y esa es la llave. Ese debería ser el faro a seguir.

Pero lo más interesante suele ser su falta de solemnidad a la hora de hacerlo y su espíritu lúdico. Abrazando el sinsentido como si fuera un ser querido, su creador para la televisión Noah Hawley, desordena átomos cada nueva temporada como para reversionar el concepto. Como si fuera un juego de construcción para niños con bloques de diferentes colores, se agarran elementos básicos y memorables de la obra original de los hermanos Coen (creadores de la película de 1996, productores en este nuevo formato serial) como para poder armar otra cosa. Si antes el conjunto de notas armaba una determinada melodía, ahora compone otra. Similar y reconocible, pero siempre novedosa y fresca. Asombrosa y sorprendente. Con creatividad y espíritu lúdico, el niño Noah siempre se las ingenia como para armar un juguete totalmente nuevo.

La sangre y la nieve siempre estan, claro. Pero presentadas de una manera totalmente nueva cada vez. La sangre, la nieve. Los hoteluchos, los estacionamientos y los autos. Los personajes algo inocentones y campechanos, algunos tontos, otros muy inteligentes a pesar de las apariencias. Policías nobles vestidos con llamativos uniformes, típicos del lugar. Personajes siniestros y matones que generan terror, rompiendo el clima de calma pueblerina. Un hombre que se pasa de listo infringiendo la ley y teniendo que afrontar una situación que se le va de las manos.

En resumen, una gran bola de nieve de violencia que comienza a rodar gracias a la innecesaria codicia de miserables personajes:«Solo por un poco de dinero»
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Fondos Buitre, en su versión mas salvaje

Ahora bien, en lo que respecta a la parte actoral quien sin dudas se destaca es Mary Elizabeth Winstead quien a fuerza de atravesar varios momentos de alta intensidad interpretando el papel de Nikki (novia de Ray) logra llegar a puntos muy altos, consagrándose como una excelente actriz. Memorable trabajo de a quien hasta ahora siempre recordamos por su papel de Ramona Flowers en Scott Pilgrim v.s. The World.

Nikki (Winstead) y Ray (uno de los hermanos Stussy interpretados por un irreconocible McGregor)

El resaltable reparto se completa con Carrie Coon (suele recordarse su papel en la serie The Leftlovers pero personalmente suelo recordarla como la hermana de Ben Affleck en Gone Girl) quien interpreta al siempre presente brazo de la ley, en esta nueva versión del concepto. Una suerte de superheroína con pies de barro, admirable, noble, inteligente, vulnerable, siempre despreciada y subestimada y desde ya, altamente entrañable. Por todo esto, la oficial Gloria Burgle no solamente termina teniendo un verdadero rol protagónico en esta entrega sino que además, se gana todo nuestro afecto. Finalmente tenemos a David Thewlis de quien no diremos mucho. Sólo que compone a uno de los mejores villanos de este 2017 en lo que respecta a series de televisión (y seguramente a cine también).

Carrie Coon: nobleza en estado puro.

A los ingredientes ya mencionados, se les suma uno totalmente nuevo. Ambientada poco tiempo después de la crisis mundial de 2008, esta temporada juega con el concepto de “fondos buitre”. Nos devuelve el concepto, encarnado en un prestamista que regresa para reclamar sus intereses como para hacer un negocio multimillonario y de paso, poder extorsionar a gente dándole rienda suelta a toda su perversión.

Una musicalización alucinante, una fotografía sublime y excelentes diálogos que hasta podrían funcionar muy bien si se tratará de una obra literaria sin más, terminan de darle forma a esta temporada.

La tercera temporada de Fargo es excelente y no hay mucho que agregar. Siempre cumpliendo con el difícil desafío de poder agarrar el mood de la película original pero para poder presentarlo de maneras totalmente novedosas cada vez, puede ser un estupendo camino a seguir para una industria cinematográfica que no tiene vergüenza en contarnos que se está quedando sin ideas. Seguramente sea solo un sueño, pero imaginar a otros clásicos rupturistas de los 90 como Pulp Fiction o Trainspotting siguiendo este rumbo, no deja de ser una fantasía muy linda.

Como dijimos, el espíritu de la obra original de los hermanos Coen está muy presente en esta nueva versión de Fargo, y existen referencias alucinantes incluso, hacia otras obras de la dupla. Pero lo más importante de Fargo como concepto, es hacernos conciliar con la idea del sinsentido. Se nos presentan situaciones que resultan absurdas en un remolino de sinsentido tan siniestro y desolador que resultan hilarantes, pareciéndose bastante a la vida misma: “This is a true history”.

Por Lautaro Olivera

Acerca del autor

Lautaro Olivera

Lautaro Olivera

Licenciado en Psicología (UBA). Alexander Payne, Evangelion, Bojack Horseman y superheroes. Colaborador en las secciones CINE y SERIES en Proyector Fantasma.