Origen: Suecia – Finlandia – Dinamarca – EE.UU. Año: 2014 Dirección: Göran Olsson Guion: Göran Olsson, Frantz Fanon (libro) Duración: 78 minutos Estreno en Buenos Aires: 16/09/2015 Festival de Cine Migrante
En el marco del 6° Festival Internacional de Cine Migrante, que se desarrollará del 16 al 23 de septiembre, pudimos ver de forma anticipada Concerning Violence, film que inagurará la muestra.
Si hay algo que no se le puede criticar a Concerning Violence es que sea clara respecto de lo que quiera decir. Basada en material de archivo mayormente de los ‘70s y con una voz en off -en castellano, la de Gael García Bernal- que lee el libro “Los condenados de la tierra” de Frantz Fanon, el film está construído como una argumentación: incluso tiene un prefacio y una conclusión. Estemos de acuerdo o no con algunos o todos los postulados de la película, la forma (estética e intelectual) en la que desarrolla sus razonamientos es algo cuestionable.
Lo más valioso del film es el material de archivo re-descubierto, particularmente ese que muestra a “los ciudadanos comunes” colonos: nada como ver el “espíritu de una época” con la claridad que otorga la distancia histórica. Ante una pareja blanca que afirma que en África hacen falta más Iglesias mientras vemos a las poblaciones oprimidas construir (todo en el mismo encuadre, en el mismo momento) no hace falta explicar nada.
Concerning Violence podría bien haber sido contemporánea a La Hora de los Hornos (1968), y me remite ante todo a su tercera parte: Violencia y Liberación. Por lo menos Solanas tenía la astucia de utilizar intertítulos, permitiéndole al espectador ver las imágenes; en cambio, me resultó contraproducente la sobreimpresión del texto de Fanon sobre las imágenes de archivo, a la par de la narración de García Bernal. Si Olsson no quería que viéramos las imágenes que el texto tapa, ¿para qué están ahí? Si lo único que le interesaba era difundir el texto de Fanon, ¿por qué rodearlo de imágenes tan atractivas? Si esta hubiese sido alguna forma puntual de acentuar o enfatizar sobre algun pasaje particular, quizás funcionaría, pero esta es más la regla que la excepción.
Entonces, el material de archivo pasa a un plano secundario, simplemente es ilustración; ni siquiera se nos permite escuchar la música que tiene pues esta es tapada con el tema (más cercano al rock) compuesto para el film. La máxima expresión de este procedimiento consiste en un plano donde vemos a una adolescente negra que ha perdido un brazo. Está hablando, mirando a cámara, en un idioma que no pude reconocer, y lo que dice no está subtitulado: el film se apropia de la terrible y desgarradora imágen de esa chica, sin darle voz. (Si esto fue un error del subtitulado en la versión que se presentó aquí, o si se debe a que no pudieron encontrar quién tradujera lo que ella dice, no tengo forma de saberlo; pero ese fue el efecto que ese plano me generó.)
Y, sobre todo, por momentos parecía que el film más que ofrecer argumentos a favor de una hipótesis que quisiera demostrar, repetía su tesis hasta que el espectador la aceptara, simplemente por ser verdad, sin jamás cuestionarla, ponerla a prueba, y apenas explicándola. Sí, la relación con el presente está porque aún hay colonialismo de diversos tipos, y en ese sentido el gesto del film es valioso; sin embargo la película evita hablar explícitamente del presente. Pero ¿debemos a aplaudir todo aquello que se alinee con nuestras creencias, o exigir que aquello que consideramos verdadero sea revisado, repensado y siga sosteniéndose?