En el marco del BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente), Proyector Fantasma además de ver películas, se dedicó a asistir a algunas mesas de debate.
El miércoles 09 de abril, presenciamos la mesa APIMA, dedicada a hablar de las distintas formas de producción de films en Argentina. Los participantes de la misma fueron (de izquierda a derecha) Fernando Brom, Pablo Chernov, Marcelo Piñeyro, Fernando Diaz -quien moderó el encuentro-, Diego Lublinsky, Axel Kuschevatzky y Juan Taratuto.
En primer lugar, Marcelo Piñeyro habló de la época del estreno de Tango Feroz, allá por el año 93. Comentó que la estrenó con tan sólo 5 copias, y que durante esos tiempos en Argentina se estrenaban aproximadamente 13-15 películas por año, por lo tanto, darle identidad a una película (desde el lugar de la producción y posteriormente con la difusión) era más fácil. Esto fue dicho en comparación a los tiempos actuales donde se estrenan más de 100 películas nacionales por año, además de los cientos de estrenos internacionales, entonces ya desde la planificación del guión y posterior producción, hay que pensar como abordar la esencia y la identidad de un film que fácilmente puede perderse con tanta «competencia».
Por su parte, Fernando Brom (productor de El estudiante de Santiago Mitre), habló del proceso que él y el equipo detrás de la película de Mitre atravesaron. Básicamente comentó que su producción fue totalmente independiente del INCAA, sostiniéndose en dinero que cada uno de los partícipes invirtió, además de algunas cámaras que tenían o bien que fueron prestadas por la Fundación Universidad del Cine (FUC), ya que el enfoque y temática que el film requería, permitía esto. Al momento de llegar al proceso de distribución, éste consistió en proyecciones en la sala Lugones y en el Malba. De esa experiencia, Brom rescata el hecho de darle tiempo a la película como algo fundamental para que se haga conocida, y que el «boca a boca» surta efecto. Eso ocurrió con «El estudiante», ya que al proyectarse en estas dos salas, obtuvo un buen promedio de espectadores, además de buenas respuestas tanto del público como de la crítica, hecho que logró su posterior estreno en salas comerciales.
El periodista, conductor, y productor Axel Kuschevatzky habló sobre su actual trabajo en Teléfe y explicó que el canal de televisión tiene la obligación legal, tal como se expresa en el art. 77 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, de exhibir en el prime time al menos 8 nuevas películas argentinas por año. Más allá de eso, comentó que el es productor pero tiene dos roles diferentes, por un lado es colabora como productor de forma personal, y por otro, asociado a Telefé. Asimismo dijo que en Argentina no se utiliza el modelo (mayormente norteamericano) de contratar a un director y hacer una película a pedido, sino que aquí la producción (de Telefé en este caso) busca a los directores por su personalidad, su estilo y toque personal; y eso implica plena libertad artística, aunque siempre acompañada por un representante de la producción desde el proceso creativo. Finalizó su exposición, reflexionando sobre la ley de cine, y sus problemas de des-actualización, ya que en dicho estatuto, se contempla la filmación, no así la etapa de difusión y estreno; hechos que más allá de tratarse de un film de bajo o de gran presupuesto, son siempre difíciles de sobrellevar en nuestro país.
Juan Taratuto (director de La Reconstrucción, entre otras) habló de cómo vender una película, y reflexionó sobre el uso de las nuevas tecnologías, que si bien son muy útiles, permiten una producción casi instantánea (a través de cámaras, o incluso teléfonos celulares) y consideró que puede atentar contra la producción profunda de un film. Habló de la moda de querer ser directores de cine, pero sin querer filmar, o sin pensar y dedicar tiempo al armado del proyecto, sino sólo al filmar por filmar.
Diego Lublinsky es director y guionista, con experiencia tanto en cine como en televisión. Él habló de lo que él considera su «tríada esencial»: escribir-filmar-estrenar y comentó que se encuentra en etapa de pre-producción de Hortensia, su nuevo film que planea producir completamente por fuera del INCAA.
Por su parte, Pablo Chernov (productor de Todos Mienten, y El hombre robado, de Matías Piñeiro) comentó su experiencia en Rizoma Films, y su rol como productor ejecutivo de Papirosen de Gastón Solnicki (ganadora hace algunos años en el BAFICI), film en el que se filmaron 180 horas en crudo, en distintos formatos, para luego reducirse a una hora y media en el trabajo final. Dicha película se realizó completamente por fuera del INCAA, y para ello cada integrante aportó capital económico, ya fuera por ahorros, sueldos o por vender artículos propios. Luego la película se presentó en festivales, y se estrenó en el Malba y en Centro Cultural San Martín, donde se mantuvo por diez meses.
Chernov, habló sobre la planificación de la distribución centrada en pensar a quién se le habla desde la película, y a partir de eso, decidir la forma de distribución acorde a eso. En su caso puntual con Papirosen, el planteo y la temática del film, la llevaron a las salas más pequeñas, mediante distribución propia, y contacto personal con los cines. Asimismo recalcó, al igual que Brom, la importancia del tiempo en exhibición para que el film corra «boca a boca» positivo, ya que en sus propias palabras » Cuando alguien ve una película que le gusta, se lo cuenta a dos personas. Pero cuando ve algo que detestó, se lo dice a 15″.
El debate concluyó con el acuerdo colectivo en la necesidad de nueva legislación que regule el tema de la distribución, y las salas en cuanto a lo que al cine argentino respecta. Un debate muy rico e interesante, que nos permitió seguir pensando…
Cobertura realizada por Marianela Santillán