Sin dudas, Black Sabbath es la banda pionera del heavy metal. Su influencia es indiscutible, los riffs que salen de los dedos de Tommy Iommi marcaron una época y una gran cantidad de bandas. Y no se cuantas bandas tuvieron dos de sus cantantes con cameos en films, pero también podría ser pionera (?) en ese insignificante aspecto.
Ozzy Osbourne tuvo su propio reality show, pero como acá estamos hablando de cameos, hay dos que llaman la atención por lo curioso y lo paródico. En Trick or Treat (1986), Ozzy interpreta a un pastor evangélico que habla en contra del rock y el heavy metal por no seguir los valores cristianos.
Así el cantante demuestró su gran humor y su clara ironía, y no fue la única vez. En Little Nicky (2000), la película donde Adam Sandler era el hijo de satán, un gran candidato para invitar a participar era claramente Ozzy. En su aparición, el cantante le come la cabeza a un murciélago, burlándose de uno de los “accidentes” más famosos de su carrera.
El otro cantante de Black Sabbath que participó de un cameo fue el gran Ronnie James Dio, que alentó al pequeño Jack Black para que siga su sueño de ser rockero y hacer música, en el film Tenacious D: The pick of destiny. Allí el cantante “inventor” de los famosos cuernitos, sale del poster de la habitación y se mete en el musical. Toda una inspiración para cualquier persona fanática del rock: la bendición del famoso cantante, que el metal lo tenga en la gloria.
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