Reflexiones sobre Marriage story (2019) Dir. Noah Baumbach

Ficha técnica: Año: 2019 Duración: 136 min. País: Estados Unidos Dirección: Noah Baumbach Guión: Noah Baumbach Música: Randy Newman Fotografía: Robbie Ryan Reparto: Scarlett Johansson, Adam Driver, Laura Dern, Azhy Robertson, Alan Alda, Julie Hagerty, Merritt Wever, Mary Hollis Inboden, Amir Talai, Ray Liotta, Wallace Shawn

Rearmando y des-haciendo

Perdí la cuenta de cuantas historias de separación y divorcio escuché en los años que llevo ejerciendo la psicología. Todas historias distintas, pero con un denominador más o menos común: el desencuentro que llega al punto de desconocer a ese otro con quien en algún momento habíamos elegido compartir un futuro y una idea de nos. De eso nos habla Marriage Story (Historia de un matrimonio), el nuevo film de Noah Baumbach (Frances Ha, The Squid and the Whale, The Meyerowitz Stories), que ya puede verse en Netflix.

Si bien en The squid and the whale (2005), el realizador ya abordaba la idea de un divorcio, y como los hijos lidiaban con eso; aquí lo hace con un enfoque distinto. Nicole (Scarlett Johansson) y Charlie (Adam Driver, tal vez en uno de los mejores papeles de su carrera) pasan diez años juntos viviendo en New York y trabajan juntos: el es director de teatro y ella la actriz principal en la mayoría de las producciones que su compañía realiza. Pero las cosas ya no son como antes, ella intenta decir algo y el no la escucha, tal vez no puede o tal vez no quiere hacerlo.

El film comienza haciéndonos saber todo lo bueno que uno ve del otro, y por lo que ambos se enamoraron y resulta un inicio tan emotivo y optimista que luego se destruye y nos destruye con un cachetazo frío, al enterarnos que realmente se trata de un ejercicio pedido por su mediador / terapeuta para enfrentar la separación. La primera parte del ejercicio es escribir y recordar estas virtudes, pero la segunda parte queda trunca, ya que deciden no leerlo en voz alta. Así, sólo nosotros sabemos como solían verse mutuamente. Ellos, a esta altura, probablemente no recuerden tan bien esas épocas iniciales de amor.

La crisis avanza y Nicole finalmente decide moverse, algo que en los últimos años le costó bastante, y junto al pequeño Henry, se mudan a Los Ángeles, un poco para que ella pruebe suerte en la televisión y otro poco para sentar una posición: dejar de ceder ante todo lo que Charlie pretendía. Así con la distancia demarcada, surgen los problemas. Lo que inicialmente se plantearía como una separación de común acuerdo sin presencia de abogados, se altera y torna feroz, por gran influencia de los abogados de ambas partes, al batallar por la custodia de Henry . La amabilidad empieza a perderse, y todo lo que queda es odio y rencor.

Llega Halloween y Charlie decide disfrazarse de lo que realmente es: un hombre invisible, ya que la dinámica cambió de una vez y para siempre, y lo que él pide queda invisibilizado ante las nuevas realidad de su esposa y su hijo – a la vez que él mismo no termina de aceptar los deseos del pequeño niño-. Mientras que Nicole encarna al Duque, a David Bowie, un personaje fuerte -que hace y deshace sin importar que piensen los demás- y en constante cambio y transformación, totalmente opuesto a lo que sus últimos diez años de vida conyugal significaron. En este punto cabría mencionar la influencia de Nora (Laura Dern), quien además de actuar como su abogada, genera cierta confianza en Nicole, llevándola a reflexionar sobre su fortaleza.

De esta manera, Baumbach muestra el fin de este cuasi idilio amoroso, y lo hace atravesando distintas etapas: enojo, angustia, letargo y aburrimiento, bronca y calma, todo vivido (y expresado) estruendosa y pasionalmente, una manera digna de gente que se mueve en el ámbito teatral. La fotografía no hace más que acompañar estas sensaciones, con tonalidades grises y de beige, e incluso azules. Todo exhibe la angustia y el temor, que una separación, cualquiera sea el caso o el tipo -pareja, amigos, hermanos-, implica.

Historia de un matrimonio es eso, pero es mucho más que eso. La narración es devastadora casi de principio a fin, y tal vez sea eso lo que genera tanto impacto y éxito entre los espectadores. Quizás no haya nada tan aterrador como una separación, pero lo que Baumbach nos dice -tal vez basado en experiencias propias- es que todo se supera, aunque probablemente haya que dejar pasar tiempo para que eso suceda. Quien sabe, tal vez el siguiente halloween todo resulte mejor y los que ahora parecen monstruos, luego den paso a nuevos personajes en escena…

Por Marianela Santillán