Luego de ver una review en esta página, definiendo a la serie The Boondocks como una propuesta superior a Padre de Familia, South Park o Los Simpsons, decidí ver esta serie de la cual conocía muy poco con una vara muy alta….tan alta que luego suele generar desilusión.
Pude mirar la serie online y con el lenguaje original, y luego de haber visto la primera temporada completa – y con expectativa de ver lo que sigue – puedo decir que no me defraudó, pero no coincido con calificarla como superior que las series nombradas. Por varias razones, y sobre todo porque todas tienen cosas destacables a favor y en contra, pero que Boondocks pueda discutir mano a mano en esos aspectos habla muy bien de la serie.
¿De qué va The Boondocks? Se trata de un comic creado por Aaron McGruder en 1996, que paso a la pantalla chica en 2005 por Adult Swim (la señal de Cartoon Network) en la que una familia compuesta por un abuelo y sus dos nietos conviven en un mundo muy particular lleno de conflictos latentes, ocultos en un manto de falsa cordialidad, el racismo de la norteamerica blanca con la comunidad afroamericana, y los problemas internos de esta comunidad. Alrededor de esa temática gira la serie constantemente, y los toca con una seriedad y un compromiso intachable.
Hay que destacar la participación como invitados de figuras entre sus voces como Samuel L. Jackson, Xzibit, Mos Def o Quincy Jones. También la clara influencia del anime en su estilo de dibujo.
Los temas políticos y sociales realmente sensibles son frecuentes, hace uso y abuso de los estereotipos que coexisten en la comunidad afroamericana en general, inclusive en el uso descarado de la palabra “Nigga”, que le atrajo muchas críticas desde la misma comunidad. Los autores se excusan, y desde mi punto de vista los banco, ya que se trata de un uso interno de la palabra entre los afroamericanos aludiendo a una persona ignorante, o que comete actos de ignorancia. Sin embargo, las críticas son totalmente justificadas por la fuerte connotación y es lógico que alguien se pueda ver ofendido.
Más allá de eso, la serie toca una fibra o se para desde una posición que es difícil que podamos entenderla de forma completa desde este lado del mundo, una tradición que nace en Malcolm X, Martín L. King o las Panteras Negras, pero que se representa muy bien en Huey Freeman, uno de los hermanos, el narrador de la serie y la voz oficial de los creadores. En South Park, la posición política de Matt Stone y Troy Parker es un péndulo entre Kyle y Stan, aquí Huey parece llevarse todo el peso del mensaje y la postura de los creadores.
Comparación con South Park
The Boondocks tiene una línea política más firme, se para claramente desde una izquierda comprometida con su comunidad, aunque no hace alusión fuerte en temas económicos, sino sociales y de derechos humanos, por llamarlos de alguna forma. South Park, en cambio, crítica por igual a la izquierda y la derecha, al lado de las políticas del gobierno actual de los EEUU es una clara izquierda, pero en realidad se para en un centro derecha en cuestiones relacionadas con la ideología política y social.
Huey, el narrador político de la serie
Que Boondocks es más política que South Park es una falsedad. Boondocks tiene una posición más clara, pero South Park hace críticas más severas y generalizadas a todo el contexto de la sociedad. Sus chistes claramente son más ácidos y fuertes que los de la serie que recientemente descubrí, y apela a la ideología general del norteamericano medio, sea en los medios de comunicación, en las crisis económicas, en la forma de vida y en las posturas políticas. Boondocks solamente trata el racismo, valida las teorías conspirativas (cosa que South Park parodia constantemente negativamente) y se mete con el estilo de vida y la perdida de la “conciencia de hermandad” de la comunidad afroamericana.
El discurso en la visión político de South Park es más rico y abre más aristas para la discusión que Boondocks, que en cambio es más previsible y definido. Quizás dentro de la comunidad afroamericana no sea así, pero no puedo hablar por ellos.
Aunque, si me tengo que quedar con coincidencias ideológicas, me quedo más con Boondocks, con el cual casi no tengo discrepancias. El capítulo de la venta de limonadas es muy claro para exponer la crueldad del sistema capitalista.
Comparación con Padre de Familia
Padre de Familia es una serie con gags muy graciosos y absurdos. Punto. No tiene historia, los personajes prácticamente carecen de sentido y su crítica a la sociedad norteamericana es muy superficial. A nivel risas, Padre de Familia le gana a Boondocks, pero ésta última triunfa en sus capítulos. Son historias cerradas y con esquema, con introducción, nudo y desenlace; sus personajes son queribles y con roles definidos mucho más firmes que los de Padre de Familia.
La incomodidad a la que apela Padre de Familia es distinta de la que se ve en Boondocks, que en ese sentido se parece más a South Park. También la sexualidad prácticamente no existe en Boondocks, en cambio sí aparece con fuerza en Los Simpsons o Padre de Familia, también por los personajes que forman parte. El abuso constante al gag de la cultura pop en Padre de Familia lo hacen más gracioso, por ejemplo cuando en South Park se burlan de alguna desgracia de los famosos, esos son los puntos más reconocidos de esas series.
En Boondocks, como no se exagera la parodia de la cultura pop, excepto cuando hacen referencia al hiphop y al rap, parece menos gracioso. Boondocks es gracioso en su simpleza y su capacidad de retratar situaciones comunes de la vida, como los Simpsons y no tanto como Padre de Familia o South Park, cuyos puntos más altos está en la exageración.
Todo esto no significa que estos aspectos no se desarrollen en ningún momento de la serie, sino que aparecen con menor prioridad.
Los personajes de Boondocks
Riley y su plan de secuestro de Oprah
Riley es más cercano a Eric Cartman o Stewie, el provocador de la serie, el que le pone picante a la historia. Influenciado fuertemente por la cultura hiphop, es el gangster más «pulenta» con solo 8 años…Además se suele asociar con el hijo de un tipo poderoso del pueblo para formar una banda delictiva, a la cual nadie quiere atrapar por sus conexiones de poder. Todo un mensaje, ¿no?
Robert es el padre, en este caso, abuelo disfuncional, que piensa más en su bienestar personal que en el de sus críos. De la misma manera que Homero, Randy Marsh o Peter Griffin pero, a diferencia de éstos, su rol de egoísmo y falta de autoridad se evidencia de otra forma. Mientras que en los otros casos parece no haber relación, aquí es un poco más fuerte y firme, casi como en los Simpsons.
Un personaje destacable es Ruckus, un tipo negro que odia a los negros, y casualmente es el más negro de la serie, pero alega haber sufrido la enfermedad de Michael Jackson al revés. Es el hombre de los mil empleos, y sus intervenciones siempre tienen que ver con el amor que le tiene a los blancos.
Luego, hay más personajes. La familia DuBois es lo más parecido a los Flanders, aunque con mayor protagonismo.
Conclusión de la primera temporada
La explotación economica de la pobre niña DuBois
La serie en sí es buena, yo la definiría una mezcla de los Simpsons y South Park con conciencia de clase afroamericana. La referencia inmediata es Chappelle Show, pero nunca lo vi. Se parece a los Simpsons por la clase de historias que tratan, y también al encariñarse con los personajes. De South Park tiene las obvias referencias políticas y sociales que tocan en su show, quizás no coincidan ideológicamente, pero la controversia los pone a la par.
El capítulo del falso coma de Martín Luther King como la historia de Ganstalicious habla mucho de la visión que tienen los creadores de la comunidad afroamericana. También el primer capítulo como la navidad de Huey Freeman habla mucho de su opinión de la sociedad occidental y el oscuro manejo de la vida. Sin dudas, las críticas al racismo se ven sobre todo en la Pasión de Ruckus y el juicio de R. Kelly. Pero también esta la disfuncionalidad de Robert Freeman al palo en Wingman, su pelea con un ciego, cuando pone el restaurant de comida grasosa – linda analogía a los efectos de la droga – o en The Real.
En fin, una gran serie que recomiendo y deben ver. Quizás a muchos no les parezca que está a la altura de las demás, pero su mensaje y la crítica a la sociedad norteamericana es visto desde una óptica distinta y quizás, mucho más seria que en los otros casos.