Reseña: Jean-Claude Van Johnson (episodio piloto) 2016

La escena nos muestra a un hombre expuesto a una situación de riesgo. La cámara se acerca a él, en slow motion. Y el hombre se presenta así mismo, con un monologo interno:

“Mi nombre es Jean-Claude Van Damme. Solía ser super famoso. Tal vez me recuerdes por mi primer papel en “Bloodsport”. La pasan en televisión, todo el tiempo. O tal vez has visto “Timecop”, que es como “Looper”, con Bruce Willis, solo que un millón de veces mejor. Pero esto no es una película. Y ese hombre no es un actor. Él está tratando de matarme. Pero no estoy preocupado. Porque tengo un don. Soy el maestro del Split (abrirse de piernas para luchar). O al menos, solía serlo. ¡Carajo!”.

Se abre de piernas en una postura típica de artes marciales estilo Jean-Claude Van Damme. No puede hacerlo y queda rígido en esa posición, a mitad de camino. Luego es fuertemente impactado en el rostro, por un bastón.

La primera escena de Jean-Claude Van Johnson lo es todo.

Estamos ante un episodio piloto, presentado en la nueva temporada de series de la plataforma On Demand Amazon. Resulta que Jean-Claude Van Damme es un actor que luego de un retiro de algunos años, busca volver al ruedo, filmar películas y tener una excusa para tratar de reconquistar a un viejo amor. ¡Ah! Y nos cuenta qué a lo largo de su larga trayectoria, también fue un agente de “Operaciones Especiales”, nombre en clave “Van Johnson”. Un agente encubierto que utilizaba de coartada los sets de filmación para infiltrarse secretamente en determinados lugares estratégicos. Una locura total.

Todo el programa tiene un tono duro y estresante, típico de película de acción. Planos cortos que promueven la ansiedad y una narrativa general que te mantiene aferrado al sillón. Pero la situación es ésta: el tono general está aplicado a momentos totalmente inadecuados. Por ejemplo, si el tipo va a tomarse un café, la escena se narra como si estuviese desactivando una bomba. Siempre se dijo que el humor era algo así como “poner algo donde no va”. Bueno, en este sentido esta singular mixtura que logra la serie es un gran y original hallazgo que produce momentos hilarantes.

De vuelta a la acción! Siempre filmando películas de calidad

Jean-Claude se muestra como un tipo rudo: lo más rudo y duro posible. Pero también causa mucha gracia y empatía tratando de resurgir de las cenizas de la patética pos-fama mientras va dialogando por ahí, con su pésimo acento inglés. En este sentido sus intentos se vuelven una esforzada y constante lucha y esto, se convierte en el espíritu de la serie.

Se enfrenta a los malos en las secuencias de acción. Pero también a los directores jóvenes que lo ven pasado de moda y lo tratan con condescendencia. Como un viejo amor con el que ha cometido varios errores en el pasado. Y por sobre todas las cosas: con el paso del tiempo. Le cuesta entrenar para ponerse a punto para filmar una película y le cuesta abrirse de piernas para dar sus clásicos golpes. Le cuesta todo, en algún punto. Pero tenaz, lo sigue intentando.

Por si no se entendió, la serie es humorística. Con pocos momentos graciosos, que cuando aparecen, son muy tontos adrede. Con pocos “chistes”, en general físicos o que se constituyen como una burla sobre viejas y extravagantes modas. Y momentos hilarantes mayormente producidos por su tono, gracias a un trabajo impecable de su director Peter Atencio, quien le da a la historia una dirección de película de acción clásica, cuadrada y cruda. Toda una hipertrofia narrativa llena de testosterona elaborada para reírse de sí mismos que funciona a la perfección.

Pero sí, tiene sus momentos de acción, con coreografías que son excepcionales. Y un Van Damme que más allá del chiste, está físicamente impecable a sus 55 años de edad, logrando unos movimientos prácticamente idénticos a los que hacía en su juventud.

Una obra que desde su premisa se asemeja a series sobre actores que hacen de sí mismos en la versión más patética posible, buscando volver a la fama (que bien podría agregarse a nuestro ranking Top 5: actores de ficción en búsqueda del resurgimiento) mezclada con una intencionalidad humorística que nos recuerda a salvajadas tan grandes que resultan ridículas, al mejor estilo de Last Action Hero o The Expendables 2.

“¿Cómo llegué aquí?”

Mil respetos para Van Damme. Loas para el agente nombre en clave: Van Johnson. Se trata de una serie totalmente recomendable, imperdible.

Por Lautaro Olivera