Un buen aprendizaje es darse cuenta que no sólo se deben recomendar buenas películas desde el punto de vista de la corrección política y las pretensiones culturales que éstas tengan, sino que también se deben recomendar otras más livianas y en apariencia pasatistas, pero que a la vez son geniales en cuanto al objetivo que se proponen. Con dicha aclaración, nos disponemos a hablar de I Give It a Year (2013).
I Give a Year («Les doy un año») nos cuenta la historia de Nat y Josh, una bonita pareja que luego de una seguidilla de buenos momentos, reafirman su relación (¿por mera costumbre social tal vez?) en una gran boda. Flojitos de papeles en cuanto a su vínculo sentimental, nadie da dos pesos por la pareja, y sus familiares y amigos no le dan a este nuevo status quo, más de un año de vida.
El título “les doy un año” baja línea y destroza a martillazos la tradicional idea del “juntos para siempre”, en relación a las expectativas que la sociedad deposita sobre el deber ser de una pareja. La idea es tomar esta temática para burlarse y darle un respiro a la incomodidad, haciéndola estallar desde la hipertrofia. Esto es, exagerando momentos típicos sociales para convertirlos en viñetas hilarantes desde la identificación personal que estos generan. El conflicto está en el tratar de aceptar lo que está pasando. En el intentar averiguar hasta qué punto es viable una relación que parece destinada al fracaso y que cosas se pueden hacer para luchar por tratar de mantenerla en pie.
Se trata el tema con un sentido del humor inoportuno, crítico y desvergonzado. Algunas veces soez. En este enfoque se ve a trasluz el ojo de su director y guionista: Dan Mazer, habitual colaborador como guionista y productor de Sacha Baron Cohen en películas como Borat (2007) y Bruno (2009). Sin embargo, este estilo basado en tensionar hasta lo insoportable momentos típicos habitualmente conservadores de la sociedad inglesa para convertirlos en hilarantes, tiene como máximo exponente en la película a Stephen Merchant.
Merchant, habitual socio de Ricky Gervais como guionista y creador de The Office (2001-2003), Extras (2005) y Life is Too Short (2011), en su pequeño gran rol como actor secundario, nos recuerda muy bien al original (y en su momento rupturista) sentido del humor propuesto en aquellas creaciones y marca fielmente el tono humorístico de la película.
Este catálogo de chistes tontos sobre momentos incómodos que encubre una crítica sobre la existencia de ciertas exigencias sociales, toma forma con un gran elenco de caras conocidas que caen muy bien. Nat está interpretada por Rose Byrne (a ella la tienen por Neighborhoods, X-Men: First Class y Apocalypse) y Josh, por Rafe Spall (a quien viéramos como protagonista en la White Christmas de Black Mirror). La dupla se convierte en cuarteto con la inclusión de los muy populares Simon Baker y Anna Faris que vienen a traer más conflicto a la de por sí inestable pareja.
En resumen I Give It a Year se trata de mainstream, pero del bueno. Una película con un desarrollo impredecible que desvergonzada, no teme ser livianita y pasatista. Pasatista como el año de unos recién casados de los que no se espera demasiado, pero cuyos conflictos no dejan de ser, realmente muy divertidos.
Por Lautaro Olivera
