The picture you MUST see from the beginning…
Or not at all!…
for no one will be seated after the start of…
Usted DEBE ver la película desde el principio…
¡O no verla!…
pues nadie podrá entrar una vez que haya empezado…
(Fragmento del texto utilizado en el tráiler oficial de 1960)
Para comenzar a hablar de Psicosis (Psycho) es necesario situarse imaginariamente en el contexto en que fue realizada, el ingenio con que fue llevada a cabo y el gran impacto que tuvo sobre las masas. Es, sin lugar a dudas, la película más representativa del cine clásico –y quizás de toda la historia del cine–, y es precisamente por eso que es distinta a cualquier otra que se haya rodado antes o después.
Una secretaria (Janet Leigh) que, luego de encontrarse con su amante (John Gavin), regresa a la oficina donde trabaja. Allí se le presenta la gran oportunidad del robo de los 40.000 dólares. Los toma y comienza a huir de la ciudad. Así es como, desde los primeros minutos, ya se nos presenta una inmejorable situación de intriga. Acompañamos a Janet Leigh en el recorrido por la carretera, y vivimos su propio miedo a ser descubierta, su angustia cuando el policía golpea su ventanilla y la gran escena en la que decide detenerse en una agencia para cambiar de automóvil bajo la insistente mirada del oficial.
Así, Hitchcock prepara el terreno para lo que vendrá. Con estos elementos nos lleva a imaginar la nueva vida que comenzará Janet Leigh con ese dinero, la permanente huida de las autoridades, el reencuentro con su amante, etcétera. Tal es la proyección que hacemos sobre su futuro, que la parada en el motel nos parece, en primer término, absolutamente circunstancial; cuando en realidad ese será el sitio en que se desarrollen los acontecimientos. La idea es, entonces, mantener al espectador lo más alejado posible de lo que realmente va a suceder. De esa manera Hitchcock logra el tremendo efecto sorpresa cuando la protagonista es asesinada por Anthony Perkins, un suceso repentino e inesperado. Allí es cuando se comienza a tejer el verdadero argumento del film.
Entonces comienza una nueva película, Janet Leigh está muerta y Anthony Perkins se esmera en borrar todas las huellas del asesinato. Es curioso analizar nuestra postura como espectadores en este momento: de repente la secretaria desapareció, ya no tenemos con quién identificarnos; es entonces cuando nos ponemos del lado de Anthony Perkins, esperamos que logre evitar ser descubierto.
Más adelante, la película da un giro aún más interesante cuando nos enteramos de que, al parecer, Anthony Perkins tiene un secreto muy bien guardado –con referencia a su madre, que vive en la gran casa que está a pocos metros del Bates Motel–. Ahora sí, realmente queremos que lo descubran, y lo más pronto posible. La intriga nos vence por completo, pues queremos saber de qué se trata todo ese misterio.
Es un film con una incontable cantidad de aristas para analizar, por lo que significó y por su desarrollo en sí mismo. Su característica más representativa es, sin dudas, la escena de la ducha, cuyo rodaje duró 7 días, desde 70 posiciones de cámara; para 45 segundos de película. La banda sonora es la que todos conocemos, la del chirrido de los violines, creada por el compositor Bernard Herrmann, titulada The Murder.
Psicosis tiene razones de sobra para ser considerada la gran película de todos los tiempos. La mayor de ellas es, al mismo tiempo, la más simple: uno no se cansa de verla una y otra vez…