Si el capítulo anterior fue el punto de explosión de True Detective, este capítulo demuestra que lo que sucedió allí no fue para volver a la meseta, sino para seguir subiendo. Si True Detective había arrancado bien arriba, cada capítulo vuelve a confirmar que no deja de subir.
El capítulo 4 de True Detective dejo a todos expectantes, y el quinto tomó esa posta para volcar y dar un giro muy fuerte en la serie. Aquí abre muchísimos interrogantes y hace especular millones de teorías alrededor de Cohle, que no se quedan en la investigación de asuntos internos de la tarea de los dos policías, sino que va más allá. Digamos que el capítulo juega con el espectador y Cohle, desde el momento en que intenta llegar con Ginger a Reggie Ledoux. Dewall le dice a Cohle que no hará negocios con él, no por sospechar de su estampa como delincuente, sino por una cuestión espiritual: “Puedo ver en tu alma y es corrosiva”, “Tenés un demonio adentro”.
Es la primera pista (¿engaño?) que nos deja, con lo que abre todo. Luego, sin la inigualable tensión del final del capítulo anterior, pero con nada que envidiarle; vemos la aparente resolución de esta parte de 1995 donde se encuentran con Reggie Ledoux y resuelven todo de forma accidentada y rápida, pero sin aparentes problemas por el momento. Inclusive con condecoraciones y ascensos, los policías atraviesan 7 años de tranquilidad y honores, como los describió Hart: “los buenos años”. La amistad de Hart y Cohle se fortaleció luego de esta investigación, incluso con un Cohle de novio con una amiga de Maggie.
Pero todo esto es, ni siquiera un pantallazo, sino un detalle de la evolución de los hechos. La calma antes del huracán, porque la sensación que deja es que el problema más grande recién está empezando. La resolución de esta parte de la investigación fue un poco apresurada es cierto, por lo pausado, denso y falta de focalización en ello que hubo anteriormente, pero se justifica al entender que es solamente una muestra de lo que realmente sucederá, y que no había sentido alguno en indagar allí en esa parte de la historia.
Volviendo a Cohle, ¿Cuáles son los indicios que la serie nos indica al dudar sobre su forma de proceder? Bueno, son numerosos, principalmente en el interrogatorio a Hart donde le demuestran que en todo momento el que manejó los hechos y la investigación a su gusto fue Cohle y éste lo manejó a Hart como quiso; en el interrogatorio al preso, la mención del Yellow King lo irrita a Cohle de forma sospechosa, y otro ésta, cuando el personaje de Matthew MacConaughy le indica al acusado la forma de “safar” de la cárcel, hace de eso un pequeño indicio anticipatorio del final de su personaje; y en el presente, la negativa de abrir su depósito para colaborar con las fuerzas policiales lo incriminan más.
Sin embargo, también abre el juego y da a entender que todos estos pueden ser un engaño al cual nos quiere llevar la serie. Sobre todo en la escena final, donde se encuentra en el depósito con los símbolos de los crímenes acumulados en un lugar, y también al repasar la historia del proceder de Cohle. Otra de las pistas a futuro que abre este capítulo está en la hija de Hart, que en pose de emo-alterna adolescente le plantea un dilema muy fuerte a su padre conservador. Recordemos que ya había tenido un problema anteriormente con ella en la primaria por cuestiones extrañas, ¿se involucrará en la misma secta del “Yellow King”? Bueno, la cuestión es que en el capítulo del próximo domingo se mostrará la deserción de la fuerza de Cohle y se explicarán nuevos sucesos, entre ellos, la separación entre Cohle y Hart.
True Detective tiene la virtud de dejar muy ansioso por las explicaciones, pero no hace desesperar en su resolución. Ratifica la confianza en un guión, hasta ahora, impecable y rodea el principal problema sin profundizarlo, juega con los espectadores y el suspenso, pero nunca muestran verdaderamente, ni por asomo de qué se trata. Eso puede ser peligroso, ya que puede dejar vacíos concretos y profundos como se dio en Lost, pero hasta ahora simplemente cumple con sus expectativas y crece capítulo a capítulo. Y ni por asomo parece que vaya a defraudar.
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Por Germán Morales