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Crítica: Los siete magníficos (2016) Dir. Antoine Fuqua

Ficha técnica: Título: Los siete magníficos Título original: The seven magnificents. Dirección: Antoine Fuqua. Guión: Richard Wenk, Nic Pizzolatto Actores: Peter Sarsgaard, Ethan Hawke, Chris Pratt, Vincent D’Onofrio, Denzel Washington y Byung-hun Lee Género: Western, Aventura. Distribuidora: UIP Duración: 2h 13min. Estreno: 22 de septiembre de 2016.

Pese a que muchos fatalistas sostienen que el western ha desaparecido, siempre será el imperioso deseo de tantísimos realizadores abordar y aportar una idónea vuelta de tuerca al género emblema del cine americano. En los últimos años  algunos referentes del western han logrado una excelente recepción del público y la crítica, es el caso de Django Desencadenado (2912)  y Los ocho más odiados (2015) de Quentin Tarantino, o  algunas sorpresas como la muy recomendable Bone Tomahawk (2015) de S. Craig Zahler,  como una excelsa hibridación con el terror.  De modo que el encanto de la  frontera, las diligencias,  los vaqueros, las cabalgatas y los duelos a la hora señalada, resultan  inherentes a la magia del cine. 

Los siete magníficos de John Stuges (1960), a su vez es oficio como versión americana inspirada en el clásico Los siete samurais (1954) del genial Akira Kurosawa. En la actualidad el abordaje que propone el realizador Antoine Fuqua mantiene -como en sus versiones anteriores- inalterable su punto de partida: los habitantes de un pequeño pueblo sufren de los constantes ataques de un grupo de hombres armados. Indignados ante  los constantes  saqueos, buscan justicia y solicitan los servicios de  un grupo de expertos pistoleros para contrarrestar los ataques.

El elenco de la obra original estaba conformado sólo por hombres blancos ajustados al WASP (White, Anglo-Saxon and Protestant): Yul Brynner, Steve McQueen, Charles Bronson y James Coburn, debido a los códigos de representación de Hollywood de entonces. Sin embargo, la versión contemporánea Antoine Fuqua apela a la diversidad y la amalgama de razas para dar su rúbrica personal a la nueva versión de Los siete magníficos, consiguiendo distinguirse  positivamente de su predecesora.

Esta nueva versión de Los siete magníficos, resulta más próxima a la esencia de Los siete samuráis de Kurosawa, siendo que el variopinto grupo de mercenarios de la película de Antoine Fuqua  presenta intensos matices y penurias a diferencia de la producción Hollywoodense de John Stuges de 1960, en la que los justicieros resultaban implacables prodigios de puntería y destreza sin mucho trasfondo emocional. Destacan en los protagónicos Denzel Washington encarnando a un ex militar de la guerra civil  devenido en un despiadado cazador de recompensas, pero no carente de cierta nobleza; Chris Pratt apela  a su característica  mistura entre comediante y héroe de acción para explayarse como el atorrante  de turno que disimula  su condición  implacable; en tanto que Ethan Hawke compone a un taciturno y traumatizado  veterano de guerra.  Pero la sorpresa en este elenco es el descomunal montañés compuesto por un inspiradísimo Vincent D’Onofrio.

En algunos pasajes de Los siete magníficos (2016) se evidencia  una tenue intención de abordar las heridas raciales en la historia de los Estados Unidos, esencialmente en todo lo relativo al conflicto bélico norte-sur. Si bien el nuevo grupo de pistoleros está liderado por un afroamericano (Denzel Washington), lo acompaña un ecléctico elenco  que en su selección  muestra respeto por la diversidad: Byung-Hun Lee, Manuel García-Rulfo y Haley Bennett, interpretando a una mujer que contrata y participa activamente de las hazañas del clan de mercenarios escapando al lugar común de la damisela en apuros.

El guión de Los siete magníficos (2016) fue elaborado por Richard Wenk,  habitual colaborador de Antoine Fuqua, junto Nic Pizzollatto guionista de la exitosa serie de HBO True Detective (2014). Subyace en el relato una fuerte metáfora  que interviene  como bajada de línea al  capitalismo salvaje, dado que en esta oportunidad el villano de turno es una empresa ambiciosa cuyo brazo ejecutor es Bartolomé Bogue (Peter Sarsgaard), quien impunemente desata todo el despotismo de un hombre de negocios sin miramientos morales a la hora de sacrificar a los lugareños para beneficio de su firma.

La dinámica e interación de una pluralidad protagónica de arquetipos se ajusta, cual signo de los tiempos,  a las convenciones de “conformación de  grupos” tan recurrente en las películas de la formula Marvel Studios. En tanto que la trama de Los siete magníficos adolece al complejo de la sobre-explicación sistemática hasta el punto de redundancia como defecto/patología recurrente de Hollywood, atentando contra correcto ritmo y la construcción narrativa del guion de Wenk y Pizzollatto.

Los siete magníficos  de Antoine Fuqua es una producción respetuosa de todo concepto  esencial al Western clásico, claro que no tiene la profundidad de La propuesta (2005) de John Hillcoat, y al tratarse de personajes encaminados a una redención evita transitar por los senderos de Los Imperdonables de Eastwood. En cuanto a la narrativa visual  propuesta por Fuqua, la película adhiere a una puesta en escena de la  violencia propia de Sam Peckinpah en La pandilla salvaje (1969), claro que lejos de la  intensidad y crudeza  manifiesta en el clásico,  sino que confiere una aproximación relativa a toda la espectacularidad que el género pueda brindar.

Los siete magníficos consigue instruir a nuevas generaciones respecto de los rudimentos básicos del Western , siendo una película muy divertida, con ideología implícita y mucha  personalidad.

Por Javier Califano

Crítica de la película
Fecha
Película
Los siete magníficos (2016)
Puntaje
4
Javier Califano: Colaborador de las secciones Cine & Series. Cronista cinematográfico, Redactor, Dibujante y Diseñador. Ocasionalmente “Héroe de Alquiler”. Su blog es: http://tintachinaceluloide.wordpress.com/
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