Ficha técnica de la película: Director: Alberto Rodríguez; Año: 2016; Origen: España; Guión: Alberto Rodríguez, Rafael Cobos (Libro: Manuel Cerdán); Música: Julio de la Rosa; Fotografía: Alex Catalán; Elenco: Eduard Fernández, José Coronado, Marta Etura, Carlos Santos. Duración: 126 min.
La película se proyectará en el marco del ciclo ESPANORAMAS en el cine Gaumont, el jueves 9 de febrero de 2017, a las 21hs., con presentación de Iván de Pineda.
La supervivencia del más tramposo
La querida madre patria. Nuestra sangre está tan ligada a la española como a la italiana. Muchos esperan y desean un país sin corrupción, pero primero hay que entender que aquello no es patrimonio exclusivo ni de la Argentina, ni de esos países que nos formaron. Sin embargo, hay que saber de donde venimos para atacar los problemas que existen.
Porque en “El hombre de las mil caras” vemos una historia basada en un hecho real, en la vida (y las célebres chantadas) del agente de inteligencia español Francisco Paesa (Eduard Fernández), y su relación con Luis Roldán (Carlos Santos), el director de Guardia Civil que se vio forzado a renunciar por un escándalo de corrupción en 1993.
El film dirigido por Alberto Rodríguez, que tuvo 11 nominaciones en la 31° edición de premios Goya, está bien llevado desde el principio. Comienza bien al introducir las enroscadas tramas del agente de inteligencia, envuelto en lo más turbio posible, sin ánimo de juzgar, ni de enaltecer a ninguno de los personajes que forman parte del film.
Con una excelente y prudente dirección de arte, nos incorpora sutilmente a mediados de la década de los ochentas y principios de los noventas. Recorre las andadas de Paesa, con la narración de su colaborador Jesús Camoes (José Coronado), a través del viejo recurso de empezar por el final para luego llevarnos por la relación anterior del protagonista con la ETA y los GAL. Estamos hablando de un personaje de esos que consiguen cualquier cosa y mejor ni preguntar como lo hizo.
El film entra en buen ritmo y abarca demasiado, con el riesgo que ello conlleva, por momentos el espectador se pierde un poco entre tanta información y todas las vueltas que hay detrás. A pesar de eso, no es difícil meterse de lleno en el relato, juega con el archivo de noticias para anclar en la realidad y en la sucesión de hechos que desembocan en un escándalo que trasciende fronteras.
Los diálogos son el punto fuerte del film, muestran y exhiben muy bien a los personajes que forman parte. En especial con la actuación protagónica de Eduard Fernández, un chanta querible y eficaz. Si bien el guion y el montaje son de calidad también, por momentos la historia pierde interés y se hace densa entre tanto ida y vuelta por todas las situaciones de arreglo, inteligencia y negociaciones.
Por supuesto que es difícil retratar una situación y un encubrimiento tan difícil, sobre todo que tanta repercusión ha generado en su momento, sin embargo, la película no explota apropiadamente el suspenso y el dramatismo que varias escenas merecen, como en primer exilio de Roldán hacia París o en los aprietes que sufre Paco.
Si se puede decir que el film logra este objetivo en el momento más importante, en el cierre. La musicalización es un acierto, al ser perspicaz se ajusta bien a las escenas claves, y le brinda un buen suspenso a las escenas finales.
“El hombre de las mil caras” es un trabajo atrapante. La historia que narra hace la mitad del camino en lograr ese efecto al espectador, al tomar un caso de corrupción y estafa tan insólito como impactante y escandaloso. Eso puede ser una desventaja también, ya que las expectativas pueden ser muy elevadas y es posible que no cumpla con todos los puntos de vista y en hacer verosímiles los arreglos. Hasta puede ser parcial. El film de Alberto Rodríguez cumple en focalizarse solamente en lo que mejor debe hacer, en el entramado embrolloso y la chantada.
Por Germán Morales.