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Crítica: Dulzura Americana (2016) Dir. Andrea Arnold

Ficha técnica de la película: Título original: American Honey. Año: 2016. Duración: 162 min. País: Reino Unido. Directora: Andrea Arnold. Guion: Andrea Arnold. Fotografía: Robbie Ryan. Elenco: Sasha Lane, Shia LaBeouf, McCaul Lombardi, Riley Keough, Arielle Holmes, Crystal Ice, Veronica Ezell, Chad Cox. Género: Drama.

Magia veneno

La película de Andrea Arnold es una road movie que sigue la vida de un grupo de chicos adolescentes y jóvenes adultos que van por el profundo Estados Unidos, ese que fue clave para la victoria de Donald Trump. Star (Sasha Lane) es la protagonista que escapa de su hogar sin futuro, para embarcarse a la aventura junto a este grupo, con los ojos puestos en Jake (Shia Labeouf), su mentor y su amante. El grupo es liderado por Krystal (Riley Keough) que será el principal punto de conflicto con Star, ya que se interpone en la pareja y exige el beneficio económico de su labor de una forma dura.

Lo bueno y lo malo de Dulzura Americana, el film que el año pasado participó de la competencia del festival de Cannes, radica en el mismo punto. El film es mágico y realista a la vez.

Dulzura americana muestra, por un lado, el realismo en la situación actual del famoso sueño americano, con los problemas de su población enfocados en las drogas, la carencia de recursos económicos y el descuido del Estado y de las condiciones de vida generales. También muestra la otra cara, esos beneficiados del sistema por estar en un estado más rico, explotado por el petroleo o por los magnates. Todos forman parte de una misma filosofía, tanto los ricos como los pobres, son retratados por sus vicios, sus excesos o la vida “poseída por el diablo” como se expresó en algún momento de la película. La decadencia o el sostenerse correctamente es una casualidad que sucede por la cantidad de plata que tienen en su bolsillo.

El sueño americano está perdido y nadie se interroga por él. Por eso cuando les preguntan por sus aspiraciones en la vida, se sorprendem. ¿Para qué tener sueños? La vida es el momento, la esperanza está vedada para otros. Dios parece la única meta para algunos, pero el futuro no lo escucha. O como en algún momento se ha dicho, Dios murió. Lo reemplazó el dinero.

En ese contexto realista, se enmarca este relato mágico. ¿Por qué es mágico? Porque salva a la protagonista, la lleva a vivir una realidad de cuento. Aventuras, sexo, grupo divertido, viajes, descubrir el mundo. Todo eso es utópico en un mundo sin sueños. Star es liberada de Oklahoma y recorre el país vendiendo la oportunidad en forma de suscripciones de revistas.

Dulzura Americana recupera la magia del sueño americano que parecía olvidado. Por suerte el film no le echa la culpa a los inmigrantes, pero sí de alguna forma pone a las drogas en la escena. Es por ello que la magia y la realidad no se llevan mal, pero tampoco terminan de convencer. El choque es evidente. Un exquisito soundtrack y una puesta de cámaras en movimiento que se ajustan al vértigo del viaje y al descubrimiento de la vida, la road movie se hace un poco densa y larga por momentos.

Se trata de un trabajo muy interesante pero cae en la monotonía. Lo fuerte del trabajo está en el subtexto que mencionamos. Se trata de un viaje mágico dentro de la realidad, se trata de ese sueño americano perdido, del tren que pasa para pocos.

La dulzura está en la protagonista, una persona de pocas palabras pero contundentes. Con una personalidad fuerte pero frágil. También que, a pesar de todo, los Estados Unidos siguen siendo considerados (por gran parte del mundo) la tierra de las oportunidades, a pesar de estar podrido en su núcleo. El film muestra ese mensaje de esperanza en el fondo. Y en el bautismo a la vida que ocurre al salir del hogar.

Por Germán Morales

Crítica de la película
Fecha
Película
Dulzura Americana (2016) Dir. Andrea Arnold
Puntaje
3
Germán Morales: Lic. en Comunicación Social (UBA). Creador y redactor de Proyector Fantasma. Responsable de la sección SERIES.
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