En la tercera entrega de Cómo Entrenar a tu Dragón, las aventuras de Hipo y Chimuelo llegan a su fin. Aunque no llega a alcanzar la magia y la potencia de sus antecesoras, este epílogo le da un cierre digno y emotivo a la saga iniciada en 2010, la cual supo cautivar a todos con la sencillez de su historia y la ternura de sus personajes. De la mano de un despliegue visual imponente y una narrativa amena sin demasiadas pretensiones, la película basada en los libros de Cressida Cowell se erige como una propuesta ideal para ser disfrutada por niños y adultos por igual.
Título Original: How to Train Your Dragon 3: The Hidden World; Origen: Estados Unidos; Año: 2018; Dirección: Dean Deblois; Guión: Dean Deblois y Cressida Cowell (Basada en la saga “Cómo Entrenar a tu Dragon”, de Cressida Cowell; Voces Originales: Jay Baruchel, F. Murray Abraham, Cate Blanchett, América Ferrera, Craig Ferguson, Jonah Hill, Kit Harington, Christopher Mintz-Plasse, Kristen Wiig, Gerard Butler; Distribuidora: UIP; Duración: 104 minutos; Estreno en Buenos Aires: 31/01/2019.
En 1970 Vox Dei sentenciaba una gran verdad de perogrullo: “Todo tiene un final, todo termina”. Y es así: parte del encanto de toda historia es su culminación (aunque duela), porque nos permite completar el sentido de lo que vimos / leímos / escuchamos en tiempo y forma. Cuando ese climax no llega, los relatos se estiran, se desgastan y se rellenan con intrascendencias que muchas veces conspiran contra el éxito de la propia historia.
Estoy seguro de que mientras lees estas líneas ya se te ocurrieron decenas de ejemplos de lo anterior, por lo que no te voy a aburrir enumerando series y películas que, paradójicamente, lo único que harían sería estirar el desarrollo de esta review y dilatar su final (Ok, no lo puedo evitar: “¡Lost!”).
Afortunadamente, Como Entrenar a tu Dragón se incluye en las contadas excepciones que no caen en el vicio de la prolongación infinita. Cada entrega de la trilogía desarrolla una faceta distinta de los personajes y en todas se mantiene el encanto, la esencia y la originalidad de la saga. En esta tercera parte, Hipo y Chimuelo afrontan la madurez y deben tomar decisiones cruciales para los habitantes de Berk, decisiones que, por otro lado, podrían terminar separándolos.
Luego de los acontecimientos de la segunda película, Hipo (Jay Baruchel) gobierna la populosa y pacífica Berk junto a su mejor amigo Chimuelo, que ahora es el Alfa de la manada de dragones que allí habita. Sin embargo, ante la amenaza de un temible cazador llamado Grimmel (F. Murray Abraham), Hipo recuerda las historias que de niño le contaba su padre (Gerard Butler) y decide salir a buscar el “Mundo Oculto”, mítica morada de la que se supone salieron los dragones originalmente.
En esta peligrosa travesía, Chimuelo se enamorará de una misteriosa Furia Luminosa e Hipo intentará valerse por sí mismo sin tener que recurrir a su dragón. Precisamente, la propuesta subyacente del filme es la de aprender a ser justos con sí mismos y, también, la de saber soltar en determinado momento y dejar ser al otro para poder crecer como persona (o como dragón, según como se lo mire).
Con una puesta visual deslumbrante, escenas de batallas bien resueltas y una historia simple pero efectiva, Como Entrenar a tu Dragón 3 no defrauda y entretiene a lo largo de sus 104 minutos de duración. Si bien no logra estar al mismo nivel que sus predecesoras (el villano es un poco inocuo y muchos gags no funcionan del todo bien) consigue darle un lindo cierre a la historia y despedirse a lo grande de su público, que sin dudas extrañará este fascinante universo de aventuras entre Vikingos y Dragones.
Por Juan Ventura