FICHA TÉCNICA DE LA PELÍCULA
Dirección: Ginger Gentile y Sandra Fernández Ferreira
Origen: Argentina, 2014
Producción: Gabriel Balanovsky
Música: Peter Gabriel y Kevin MacLeod
Productora: San Telmo Producciones
Invisibilizando posiciones
Borrando a Papá es un pseudo documental con tintes televisivos que originalmente tenía planteado su estreno para 4-5 semanas atrás. Hablo de pseudo documental, porque esta producción incurre en tanto errores (técnicos y conceptuales) que se dificulta tomarlo como un documental de hecho, ya que se acerca más a un material de denuncia -llana y vacía denuncia, sin demasiada argumentación- que a una pieza cinematográfica.
Vamos por partes. El eje central en Borrando a Papá trata de como en nuestro país, en caso de divorcio o separación, se privilegia que las madres tengan la custodia de los hijos, y que el padre se atenga a cumplir con el régimen de visitas que el juez participante sentencie según el caso. ¿Por qué? Porque en Argentina la custodia compartida no es algo que se practique, y de hecho, en menores de entre cero y seis años, está prácticamente establecido que sea la figura materna, quien obtenga la custodia completa, más allá de cualquier posibilidad de violencia ejercida por la mujer sobre los niños o incluso sobre el cónyuge. Todo esto se debe en parte al enfoque bio psico social que nuestro país y nuestra sistema judicial defienden, y es algo abalado por muchos organismos, ya que se considera que la mujer (salvo excepciones por denuncias, o abandono) está «predeterminada» a encarnar una función de cuidado y nutrición.
Recordemos que Sigmund Freud desarrolló el concepto de madre nutricia, reservando al hombre la función de protección en un rol y relevancia completamente distinto. Ahora bien, la cuestión aquí pareciera ser- o al menos eso nos quiere hacer creer este documental- que automáticamente, ante esta postura, la mujer adquiere todo el poder sobre sus hijos, y el hombre queda relegado, y negativizado, perdiendo la posibilidad de verlos. A la vez, Borrando a Papá intenta mostrar como cientos de actores secundarios se benefician en algún punto, por esta estigmatización que él sufre.
Debido a esto, varios grupos y ONGs han pujado con fuerza para impedir el estreno de Borrando a Papá, y por ello se logró posponerlo durante tantas semanas, y se dudaba que pudiera realizarse. Desde Proyector Fantasma estamos -aquí me permito hablar en nombre del staff y del equipo editor- en contra de cualquier tipo de censura, sea ésta de cualquier índole, y más si atañe al campo cinematográfico.
Ahora bien, corriéndonos del conflicto entre ONGs y la producción, el gran, grandísimo error, recae en mostrar sólo un costado del debate. Es decir, sólo vemos y oímos la postura paterna y nunca la materna, de hecho sólo vemos a las madres a través del bajísimo recurso de la cámara oculta, pero además, nunca desde el discurso se enuncia o se hace mínima alusión a la visión materna, y se reduce todo a una cuestión de caprichos o simulación. «Ella no me deja ver a mi hijo porque no quiere, no tiene ningún motivo», o bien «Me hizo una falsa denuncia de violencia«, cuando posteriormente se comprobó que varios de estos sujetos denunciantes, tenían antecedentes de violencia de género y violencia familiar. De esta forma, al oír sólo una campana, pro-padres -no justifico de ninguna manera a la mujer que ejerce violencia, y aún asi obtiene la custodia- nos quedamos con la cuestión minimizada a buenos muy buenos, malas muy malas, cuando realmente habría que pensar en quien es la verdadera víctima en medio de este litigio.
Como mujer, y como psicóloga considero que el bienestar psicofísico de un niño o un infante depende primordialmente del ambiente y entorno en el que está inmerso, y del acompañamiento parental. Nada justifica que se tome a un hijo como botín de guerra, pero además nada justifica la mentira y la violencia por la que estos niños pasan a diario, ya sea familiar, institucional o socialmente.
En este punto, Borrando a Papá parte de un debate que podría haber sido mucho más interesante y rico, si se apelara a la pluralidad de voces, y no sólo al discurso -real o armado- del padre. Ni hablar de los abogados que emiten opinión, y consideran que cualquier mujer que no abale esta visión es una feminazi. Es lamentable que en el momento socio histórico que la sociedad atraviesa, en la que los modelos y convenciones de lo que debe ser una familia están en constante cambio, surjan visiones tan sesgadas y cerradas, sobre todo cuando una de las realizadores detrás de este documental (Ginger Gentile) viene de hacer otro como Mujeres Con Pelotas, donde si se privilegiaba una visión más amplia de las posturas y diferentes opiniones.
Mirá los comentarios (4)
Es muy gracioso ver que si es del tema de mujer esta bien hacer el documental, pero si es una crítica al absurdo sistema que favorece a la mujer, esta bien.
Se nota que puede saber mucho de cine y demás, pero de la ley esta como Dios la trajo al mundo.
Se habla de IGUALDAD, concepto que en el documental de mujeres, esta "criticona" acepta como correcto, pero cuando es a la inversar, NO! Eso se llama INCONGRUENCIA.
El derecho y los principios en los que se basa la CONSTITUCION NACIONAL, son el de IGUALDAD ANTE LA LEY, que es lo que este documental DENUNCIA, porque no existe.
Podemos ver que incluso su critica esta teñida de DESIGUALDAD. Lamentable
Hola Opinante, tu primera frase me confunde. Asumo que publicaste sin releer, pero igualmente se entiende el sentido.
Justamente de lo que hablo es de la igualdad ante la ley, y no de favorecer por favorecer (sea a mujeres o a hombres según el caso amerite), ya que en el documental se pretende mostrar que a la mujer se la favorece porque es mujer y por nada más, y no porque en los casos puntuales que se presentan, los hombres en cuestión tienen -por más que el documental invisibilice y silencie- en sus antecedentes denuncias por violencia de género o familiar; y aclaro que si sucediera a la inversa, estaría de acuerdo en que la custodia la obtengan los padres.
De hecho conozco y tengo muy cerca de mi núcleo familiar un caso en el que por negligencia materna, el padre obtuvo la custodia de sus dos hijos pequeños, por más que se trate de niños menores a seis años (hago referencia a que en general es la edad estipulada para que la madre cuide y guarde por ellos, a menos que su conducta lo impida)...
Si mi texto te genero sensación de desigualdad, lo siento, pero te invito a releerlo para que veas que justamente por lo que destaco, sólo pienso en el bienestar de los hijos, independientemente del sexo del padre que los cuide.
saludos!
pd: te invito a seguir comentando, pero me gustaría saber tu nombre.
Yo soy Amadeo Lukas, crítico de cine y prensa del INCAA, Marianela, y lo único que lamento de la participación de "El opinante" es que se presente de manera anónima. Fuera de eso coincido en que tu comentario es parcial y poco objetivo. Hablás del "grandísimo error" de Borrando a papá, de que muestre "sólo una campana", que sea "pro-padres", etc. Valoro tu esfuerzo en hacer una "crítica equilibrada”, pero la realidad es que tu nota NO LO ES.
No te diste cuenta que el film, pese a tener una posición tomada -cosa que no constituye ningún error, miles de documentales fijan una postura y bajan línea y son considerados como "testimonios de una realidad que debe salir a la luz"- el film SÍ muestra otras campanas. De, por ejemplo, la licenciada Liliana Hendel (que luego de estar años estigmatizando a hombres en Canal 13 y TN lamentablemente ahora hace lo propio en la TV pública) afirma en su testimonio que "el hombre siempre es culpable... es el hombre el que tiene que demostrar su inocencia" y de esas tres mujeres de un grupo de ayuda a mujeres víctimas de violencia de género con una actitud absolutamente clara de censura y arbitrariedad, apoyando la irrestricta negación a que hombres despojados de sus hijos ilegalmente tengan la posibilidad de recuperar
ese contacto, bordeando el estereotipo de villana de film de princesas. ¡Casi como si fueran pésimas actrices haciendo de brujas! Por otra parte esa madre que es escrachada por una cámara oculta -cosa que considerás un "bajísimo recurso"- te parece que NO actúa con la psicopatía y el desapego hacia sus propios hijos que realmente demuestra? ¿Por el sólo hecho que sea una "cámara oculta", se puede deslegitimar una escena de clara arbitrariedad, apropiación y violencia contra los menores? Si esa cámara, como muchas veces se ha expuesto en noticieros y documentales, mostrara un caso de maltrato masculino, sí valdría pero en el caso contrario, NO?
Una película como Borrando a papá NO TIENE TIEMPO de mostrar a madres víctimas de hombres violentos porque ese NO era su objetivo, sino tendría que haber durado 3 horas y media y así dejar conforme a todo el mundo. Bastante tiene con ocuparse de un tema absolutamente silenciado, encubierto y bastardeado por los medios y la corporación judicial. La dichosa "otra campana", está archi recontra hegemonizada en los medios, ya sean concentrados u oficialistas (y lo digo yo, que soy militante K).
Por otra parte yo veo objetivamente el film como un buen documental, no como vos y otros colegas que lo desmerecen (a veces sospechosamente), por ser "televisivo", etc. No es un film de "cabezas parlantes", es muy dinámico y ofrece ideas visuales y narrativas que otros productos de su tipo, muchas veces elogiados, no ofrecen.
Te pido disculpas Marianela porque mi comentario sobre tu crítica quizás sea un poco enérgico, porque la verdad que tus opiniones sobre este film son MEJORES que la de otros críticos, pero justamente POR ESO, por tu condición de psicóloga, y por ese caso que vos viviste en carne propia en tu núcleo familiar; entiendo que tendrías que volver a verla, revisar tus conceptos y dejarte llevar por la fuerte emocionalidad que tiene la película al desarrollar su problemática. Ahí está la clave.