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Algunos comentarios a propósito del estreno de VENOM (2018)

Alan Schenone
Escrito por Alan Schenone

Tras la baja aceptación de El sorprendente Hombre Araña 2: La amenaza de Electro (2014), la posibilidad de un universo arácnido expandido con los seis siniestros como protagonistas quedó trunca, a pesar de una prometedora escena post-creditos que detallaba un posible futuro de la saga. Con el acuerdo mutuo de que Spider-Man volviese al Universo Cinematográfico de Marvel, la esperanza de este mundo alterno focalizado en los villanos terminó de derrumbarse.

Sin embargo, uno de los némesis más icónicos del personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko todavía seguía en los planes de Sony para ser llevado a la gran pantalla en una adaptación digna, algo muy lejano a su aparición en Spider-man 3 (2007), la última película de la trilogía de Sam Raimi. Finalmente, Venom (2018), dirigida por Ruben Fleischer y protagonizada por Tom Hardy, ya está entre nosotros.

En Venom, Eddie Brock (Tom Hardy) es un periodista que busca las historias que no todos se atreven a contar. En este caso se topa con la empresa llamada Fundación Vida, dirigida por el científico Carlton Drake (Riz Ahmed). Dicha entidad se encarga de experimentar con seres humanos utilizando materiales alienígenas y otros desconocidos llamados simbiontes. Durante su investigación, accidentalmente Brock da con uno de ellos empezando a sentir un cambio en su interior del cual no tiene conocimiento.

Así, poco a poco, la voz de Venom empezará a hablar por Brock y hacerse cargo de su voluntad convirtiéndose en una amenaza para todo aquel que se cruce en su camino. Desde su aspecto, el personaje sumó puntos con los fans tras las similitudes con los cómics como la versión animada de los ’90, desde su corpulencia física, la imponente voz como así también los grandes dientes y lengua. La violencia, oscuridad y las características como villano daban buenas vibras a lo que está por venir. Sin embargo, la última confirmación sobre su calificación para mayores de 13 años dejó mucho que desear sobre la versión adulta y violenta que se esperaba del personaje, llegando más al final como antihéroe que como un villano.

Así, son muchas las incógnitas que rodean a Venom para que llegue a ser la película que el personaje merece, haciendo la vista gorda en su origen y, principalmente, la ausencia de Spider-Man como detonante, a pesar de tomar reparo en volver a encontrar la mejor versión del villano del traje negro. A pesar que se confirmó que la película no formará parte del Universo Cinematográfico de Marvel, queda por definir una posible aparición de Tom Holland en el film, tanto en un cameo como tal vez en una escena post-créditos final, dándonos hincapié a un posible encuentro entre ambos en un futuro, siempre y cuando Venom llene las expectativas de los fanáticos y productores ejecutivos.  

Mattel y un fan para crear a Venom

Su primera aparición en las viñetas ocurrió gracias al primer crossover importante de Marvel llamado Secret Wars de 1984, una historia desarrollada en doce números que reunió a los héroes y villanos más importante de la editorial para enfrentarse entre sí. Lo curioso y particular fue el motivo por el cual se llevó a cabo este mega-evento comiquero: la empresa de juguetes Mattel junto a Marvel buscaban emular el éxito que tuvieron las figuras de Super Powers de Kenner, tomando como inspiración los personajes más importantes de DC, su empresa rival.

La saga central duró todo un año mientras que en los cómics individuales de cada personaje se mostró como ingresaban a un portal y en el siguiente salían con las consecuencias de ese conflicto. Así, los lectores tuvieron que seguir este gran blockbuster comiquero durante un año para enterarse cómo y porqué Spider-Man ahora tenía un traje de color negro.

¿Fue el mismísimo Stan Lee el creador e ideólogo del simbionte u otro de los grandes guionistas de la época? La respuesta es no: Randy Schueller, fanático de Spider-Man, le escribió una carta a las entidades de Marvel con una idea para un nuevo traje del personaje cambiando de color su aspecto como también su logo tan característico. Como respuesta, por una módica suma de $220 dólares, Jim Shooter, el editor de Marvel en aquellos tiempos compró la idea de lo que hoy en día conocemos como uno de los grandes antagonistas del trepa muros.

Así, en Secret Wars #8, en un intento por recrear un nuevo traje para Peter, una máquina mezcla las partículas del atuendo con un material negro desconocido, dando pie a la primera presentación del simbiote en los cómics, aunque no de Venom, ya que en ningún momento se daban indicios de la verdadera identidad de la partícula alienígena.

La polémica se instaló en los más acérrimos fan del personaje por su cambio de vestuario y el traje negro debía dejarse de lado. Tiempo después de la resolución de Secret Wars, se revelaría la verdadera intención del simbiote de fusionarse con Peter y dominarlo por completo. Con la ya clásica y repita escena del campanario, el protagonista logra librarse de él pero sin matarlo. En búsqueda de venganza hacia Spider-Man y todo lo que representa, la criatura encontró en Eddie Brock el aliado perfecto para hacerle frente al arácnido, quien también había debilitado la dudosa carrera periodística de Brock. Para que no fuera menos, esta nueva dupla hizo su debut en el número 300 de The Amazing Spider-Man bajo el guion de David Michelinie y el arte de Todd MCfarlane, en una historia donde el villano se mofó de acosar a Mary Jane y poner en peligro la vida de Spidey.

Venom: su historia a través del tiempo y las adaptaciones

La crítica más radical a la nueva adaptación de Venom en la piel de Tom Hardy recae tanto en su historia ligada a Spider-Man y el origen del simbionte. Un claro ejemplo de cómo adaptar de forma coherente respetando el carácter e idiosincrasia del personaje ocurrió en la serie animada de Spider-man de los ’90, la cual desarrolló como un meteorito trajo al simbionte a la tierra, mientras se dejaba entrever la rivalidad que el periodista Eddie Brock ya demostraba con Peter Parker. A nivel narrativo, las motivaciones de ambos quedan bien desarrolladas para tiempo después juntarse como uno para enfrentar y odiar tanto a Spider-Man como al mismo Peter Parker.  

Venom, desde su vestuario como también  sus poderes nace desde la relación directa con Spider-Man al haber estado en el cuerpo de Parker: la similitud tanto en sus habilidades como en el diseño del traje con una araña en su pecho. Este Venom de los ’90 supo desarrollar la mejor versión del personaje donde se destacó su físico intimidante, la obsesión por derrotar a Spider-Man siendo una pesadilla constante en cada uno de sus encuentros y una psiquis retorcida carcomida por el odio, la envidia y la vía libre que le otorgaba el parásito para dar rienda suelta a toda su neurosis. A pesar que en Spider-Man 3 (2007) se vio parte o destellos de esta contrapartida, no se llegó a darle el lugar y desarrollo necesario que merecía el personaje.

Las demás adaptaciones en las series animadas no fueron lo mejor que se vio del personaje debido a las notorias licencias que cada uno de ellas tomó para desarrollar la historia de cada universo arácnido. Spider-Man Unlimited (1999) se presentó como una continuación indirecta de la serie de los ’90, ambientada en un universo paralelo en la cual el personaje viaja a otro mundo donde se encuentra con diferentes adaptaciones de sus villanos. Aquí visitará al mundo alienígena simbionte de Venom y Carnage dejando mucho que desear en su realización. Tanto en The Spectacular Spider-Man (2008) como UltimateSpider-Man (2012) buscaron ahondar en el público infantil creando lazos afectivos entre Brock y Peter para simplificar los conflictos dejando de lado parte de las características clásicas de Venom.

 

El éxito de Venom dio pie a experimentar y abrir el abanico a nuevos personajes que se desprendieron desde las raíces de este mismo: con más de una docena de simbiontes, uno de los más rutilantes en la historia del trepamuros fue Carnage. En The Amazing Spider-Man #344 (1991) el psicópata asesino Cletus Kasady fue el nuevo huésped de una nueva reproducción del simbionte capturado por el gobierno de los Estados Unidos. Un asesino en serie, sin escrúpulos y piedad por ninguna de sus posibles víctimas. Finalmente, Carnage, el simbionte de color rojo, fue presentado como tal en The Amazing Spider-man #362 (1992) por David Michelinie y Mark Bagley. Detrás de él aparece Toxin, un resultado entre una pelea entre Venom y Carnage que dio vida a otro enfoque de los simbiontes. Ligado directamente a Carnage, Toxin se unió al policía Patrick Mulligan pero sin poseer las reacciones radicales de sus dos antecesores, transformando a este nuevo personaje en una especie de anti-héroe.

Más cercano a esta época contemporánea, Eddie Brock es sanado de su cáncer -al haber estado unido tanto tiempo a Venom– gracias a los poderes oscuros de Martin Li, el empresario multimillonario que tiene un alter ego mafioso como Mr.Negative. En un intento de Venom por apropiarse del cuerpo de Brock nuevamente, la energía oscura junto a la sangre de Brock actúan como un repelente ante al simbionte, creando una nueva forma de vida que se une a Eddie con el poder de curar cualquier sangre afectada por los efectos de los simbiotes. Así nació Anti-Venom en The Amazing Spider-Man # 569, creado por Dan Slott y John Romita Jr, con un traje blanco y negro, teniendo como único objetivo eliminar a su antiguo compañero como a cualquier otro que haya corrompido.

Por Alan Schenone

Acerca del autor

Alan Schenone

Alan Schenone

Periodista. Egresado de DeporTEA. Estudió la Licenciatura en Letras en la Universidad del Salvador. Experiencia en TV y en coberturas de eventos culturales.