Origen: Argentina-España Guión y dirección: Damian Szifron. Intérpretes: Ricardo Darín, Oscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Erica Rivas, Rita Cortese, Julieta Zylberberg, Darío Grandinetti, María Onetto, Nancy Dupláa, Osmar Núñez, César Bordón, Diego Gentile, María Marull y Germán de Silva. Fotografía: Javier Julia. Música: Gustavo Santaolalla. Edición: Damián Szifrón y Pablo Barbieri. Distribuidora: Warner Bros. Duración 122 minutos. Estreno en Argentina: 21/8/2014
«¿Qué violencia? a ver. Yo estoy describiendo una realidad ¿Donde está la violencia?»
El ingeniero «Bombita»
Pasión y locura. Esas dos cualidades lamentablemente tan humanas son las que intentó darle Szifron a su serie de relatos salvajes. Porque como diría alguna vez el gran Joker de Alan Moore, “La locura es una solución válida a la realidad”. Y aquí el joven director no hace más que afirmar que solo de los problemas más triviales, puede salir la peor versión de nosotros.
Casi nueve años más tarde nos encontramos con el regreso del niño mimado de nuestro cine a la pantalla grande. Y es que en la actualidad no hay ningún otro director nacional que pueda andar entre el camino de lo irreverente y comercial con tanta comodidad y destreza. Ni siquiera el clásico costumbrismo de Campanella.
Pero Szifrón lo hizo otra vez. “Relatos Salvajes” llega como una película ganadora, arrasadora por donde se la mire. Siendo proyectada en casi 300 salas y contando con un elenco de primer nivel, presupuestos astronómicos para una producción argentina, y a falta de uno, SEIS guiones igualmente sólidos. Quedaba sobrentendido que con todo esto a su favor, el margen de error en las expectativas era bastante pequeño.
Pero hablemos de “Relatos Salvajes” como película. Una serie de seis historias sin ninguna vinculación entre sí, más que por la atmósfera de violencia contenida (y no contenida) que desarrollan todos los personajes ante situaciones totalmente extremas. Y es aquí donde se puede ver la gran versatilidad que tiene Damián Szifron detrás de cámara: La película podrá girar en torno de la violencia, pero no es el mismo tipo de violencia el que prima todos los cortos.
En las distintas historias que se nos van narrando, podemos ver desde la violencia más explícita como la física y la verbal (visible en los fragmentos protagonizados por Rita Corteze/julieta zylberberg y Leonardo Sbaraglia), hasta la violencia más calculadora vista desde un punto de vista social o burocrático (representada por Darío Grandinetti, Ricardo Darín y Oscar Martinez). Por último surge otro tipo de violencia desde la impronta Érica Rivas, como la versión más simbólica de la violencia pasional, en donde el amor es el vehículo para llegar a la locura.
Hay que aclarar que en un principio “Relatos Salvajes” podrá parecer a simple vista una apología de la violencia, pero no lo es. Ya desde la serie “Los Simuladores” que Szifrón viene jugueteando con la fantasía de la justicia por mano propia ante los villanos cotidianos. Pero en este caso, el realizador se aseguró de que la impronta de cada relato por separado esté de lo más cuidada para que lo que podía llegar a generar una empatía en determinado momento, al siguiente nos haga reflexionar sobre si realmente apoyamos las distintas decisiones que toman los protagonistas.
Otro elemento que suma, y mucho, es el humor negro bien cercano al estilo de la primera época de Alex de la Iglesia. Con esto hace frente a las críticas de misantropía que algunos detractores de Szifron le marcaban a sus trabajos anteriores. Y es que en todo momento el director no duda en torturar a sus personajes, incluso llevándolos hasta el límite. Un límite capaz de hacernos recapacitar como espectadores sobre si en realidad todo lo que se muestra durante el film no es definitiva una faceta humana sin explorar, en un mundo lleno de injusticias.
Y si con el humor negro no alcanza, nos queda el ingenioso simbolismo que el director nos plantea desde el primer momento, durante los créditos iniciales, relacionando el nombre de los intérpretes con fotografías de animales salvajes. Como si de esta manera estuviera adelantando la vorágine que está por venir a continuación.
Digno de destacar también en este dream team del cine es la colaboración de Gustavo Santaolalla en la musicalización del film. Una participación que retoma el estilo western que tan bien supo confeccionar Guillermo Guareschi en “Tiempo de Valientes” (análisis de esta banda sonora por parte de Gastón Pereyra). Es así que el músico doblemente ganador del Oscar elabora una cortina capaz de acompañar de la mejor manera la crudeza de estas pequeñas narraciones.
Por último, es interesante analizar también un poco la naturaleza de los personajes que se ven representados en cada una de estos cortos. El creador de las series “Los simuladores” y “Hermanos y Detectives”, siempre se caracterizó por desarrollar protagonistas masculinos en plena crisis existencial, pertenecientes a una clase media acomodada (algo que también e pudo ver en dos de sus películas anteriores protagonizadas por Daniel Hendler y Diego Peretti). Pero en “Relatos Salvajes”, tenemos la inclusión de los primeros personajes femeninos influyentes en la cinematografía de Szifrón. De esta manera son más destacables aún las participaciones de Érica Rivas y Rita Cortese. En las que se podría afirmar que revitalizan al género femenino dentro de un contexto en donde la violencia no se reduce a ser una mera cuestión de fuerza física.
Esto es algo para destacar teniendo en cuenta que en otra de sus películas anteriores (más precisamente “Tiempo de Valientes”) la única mujer que aparece en pantalla termina huyendo de la acción y escapando a la casa de sus padres (como también destaca Melina Cherro en este ensayo).
“Relatos Salvajes” tranquilamente podría haberse convertido en un nuevo proyecto televisivo al mejor estilo “La dimensión desconocida”. Lo que hubiera significado el regreso triunfal de Damián Szifrón a un medio que conoce a la perfección. Se intuye que la razón por la que este conjunto de cortometrajes se convirtió en largometraje, en vez de en serie de TV, es la posibilidad de promocionarla en los principales festivales de cine. Algo favorecido gracias a la intervención del legendario Pedro Almodóvar y su «cuasi” padrinazgo con su productora El Deseo.
Pero si algo queda claro, es que Szifrón sabe muy bien qué quiere contar y de qué manera. Algo que actualmente lo convierte en el único director capaz de tomar los riesgos necesarios, e imponer una mirada propia dentro de un género al que las distribuidoras no suelen tener mucha confianza.
Será cuestión de esperar a que su próximo proyecto no se demore nueve años más. Aquí, seguidores de su estilo sobran.
Por Nicolás Feldmann
Aquí pueden leer otra de nuestras críticas de Relatos Salvajes.