Nuevo despertar
Cuando todo parecía al fin encaminarse, los hijos ya crecidos, el trabajo estable, la casa soñada en algún rincón de las sierras cordobesas, a Adriana -protagonista de Soleada- comienzan a hacerle ruido aspectos de su vida con los que ya no se siente a gusto. En este nuevo espacio familiar, aparecerán nuevos estados de ánimos, sentimientos y sensaciones que le harán replantearse si es realmente feliz con la vida que lleva.
En su opera prima, la directora cordobesa Gabriela Trettel cuenta la historia de Adriana y su marido, un matrimonio que acaba de mudarse con sus dos hijos adolescentes a su nueva casa en Córdoba. Lo que parecía ser el espacio indicado para el comienzo de una nueva etapa de relax, cambia cuando el marido debe volver a la ciudad por cuestiones de trabajo y Adriana queda sola con sus hijos y conoce a un nuevo hombre en el bar del pueblo.
Trettel describe con imágenes el dilema emocional de una mujer de unos 40 años que atraviesas una crisis. Sin embargo la directora elige no centrarse tanto en ese incipiente nuevo vínculo- que tampoco vemos a ver desarrollarse en la película- sino más bien en las preguntas que le genera y en consecuencia, las seguridades que tambalea esa nueva persona en su vida. De alguna manera, plasmará la búsqueda de libertad, y aires nuevos de personajes que se sienten extraños, que aún no se encuentran a sí mismos en este nuevo hábitat e irán adaptándose a su nueva vida. Porque no sólo Adriana transita cambios, también lo hacen sus hijos. Y la directora se encargará de mostrar cómo también ellos se apropian de este nuevo lugar, el mismo que al principio se presentaba como un espacio aburrido sin demasiada razón de ser.
Protagonizada por Laura Ortíz, Juan Crocce, Valentina Ayen, Andrés Rivrola, Santiago Argüello y Víctor Acosta, Soleada además cuenta con una participación especial del cantante Raly Barrionuevo quien compuso un tema para el film y se da el lujo de participar en una escena interpretando el tema «Luna Cautiva», imprimiendo un dejo de ensoñación y belleza al film que de alguna manera, acompañan este nuevo despertar de la protagonista.
Trettel logra un film intimista y sensible que habla sobre la soledad, el paso del tiempo, la madurez, pero también sobre el deseo y el desamor y lo hace con planos que sugieren más de lo que muestran, con miradas y silencios que dicen más que cualquier dialogo. Al fin y al cabo, Soleada no es más que una pequeña historia que tiene la grandeza de transmitir con sutileza e intensidad la crisis interna de una mujer común.
Por Daniela Ciccotta