GENERO: Documental
INTERPRETES: Luis Pfening, Guillermo Pfening, Marinha Villalobos, Romina Ricci, Bárbara Lombardo, Lucas Ferraro.
DIRECTOR: Guillermo Pfening
GUIONISTAS: G Pfening, A Mendilaharzu, C Stegmayer
ORIGEN: Argentina (2012)
DURACION: 77 min.
CALIFICACION: AM13
ESTRENO EN ARGENTINA: 17/10/2013
El juego en los límites
La ópera prima de Guillermo Pfening surge a partir de un corto del mismo nombre, realizado en 2004. En ambas producciones se muestra la relación entre el actor de la familia, y su hermano catorce meses menor, Caito quien padece una deficiencia muscular. Guillermo abandona el pueblo de nacimiento y emigra a Buenos Aires para desarrollar su carrera actoral, mientras que Cai, como lo llaman sus allegados, permanece en Córdoba donde kinesiólogos y demás profesionales lo asisten diariamente. Sin embargo, un día el mayor de los hijos regresa con la idea doblar la apuesta de ese corto inicial, y ambos se embarcan en el proceso de ese deseo conjunto: filmar una película.
Al inicio la película da la ilusión de presentarse como un simple documental donde vemos a Luis «Caito» Pfening, el protagonista, contando en primera persona las especificidades de su distrofia muscular, enfermedad que se empezó a hacer más presente durante la infancia de Caito. Lejos de lo que muchos pueden pensar, si bien la discapacidad se nombra y se acepta desde un comienzo, no se utiliza como recurso emotivo y no se permite caer en lugares comunes, ya que no se plantean limitaciones sino deseos: tal vez el gran y máximo deseo de Luis, será como luego revelará Guillermo, en relación a la paternidad.
Desde ese momento, en la cabeza del director se empieza a plantear la opción de alternar documental y ficción en la filmación para contar la historia de su hermano menor. Es así como veremos convivir tanto escenas de ensayo de guión, como de de pre-producción, backstage, elección de actores y de personajes típicos de Marcos Juárez, localidad de donde los Pfening son oriundos, y donde transcurre prácticamente toda la filmación, ya que el documental es sobre y a partir de la ficción.
En el relato ficcional Caito ama profundamente a Zuzuki, su supuesta novia, y con quien disfruta paseos en su cuatrimotor, a la vez que se reúne con amigos y familiares y niños del barrio para compartir asados, guitarreadas y tardes de pileta donde los límites se desdibujan, y nuestro protagonista puede ser libre de obstáculos.
En síntesis, podríamos decir que Caito es una película dentro de otra película, pero no…es mucho más que eso. Caito además de ser una belleza visual, narrativa y técnica, es la muestra real de que el amor, (fraternal en este caso) todo lo puede…Si lo sé, es un cliché decir esto, pero realmente el mensaje que este largometraje transmite es ese: el amor es el motor real y simbólico que vehiculiza al deseo, y nunca mejor dicho que esta ocasión.
Los Pfening con su pelicular y mínima historia se permiten jugar a partir de la excusa de un límite muscular, que en realidad aquí no es tal, sino que incluso permite experimentar con el cine y a través de él rompiendo convenciones de género, y apelando a la espontaneidad de la emoción, al compartir con nosotros 70 minutos de una verdadera enseñanza sobre el amor filiar logrando como resultado un GRAN y maravilloso film que se destaca por ser creíble, emotivo y entretenido, a la vez que mueve algo en el espectador.
Por @EmmaPeel___